El “inagotable” Vicente Oya ya es cronista de la provincia

Eolo sopló y sopló, pero no logró abrir los enormes ventanales del salón de plenos de la Diputación; no hubo, por tanto, portazo que interrumpiera el discurso de agradecimiento de Vicente Oya Rodríguez al recoger el título de Cronista Oficial de la Provincia. El cambileño de nacimiento e ilustre residente jiennense es el quinto habitante del “mar de olivos” que merece esta distinción, en 120 años de historia de este cargo. Sucede a Antonio Almendros Aguilar, Alfredo Cazabán, Luis González y José Chamorro. “Como podía pensar yo, andando el tiempo, que iba a ser sucesor de los cuatro”, reconoció un Oya emocionado que, a falta de la anécdota protagonizada por el viento, dejó, tras su paso por el palacio de la Plaza de San Francisco, los chascarrillos propios de la solemne ocasión, como sus lágrimas contenidas al imponerle la insignia de la provincia o algún que otro trastabilleo en la lectura de su breve discurso, a consecuencia de una vista ya cansada y la emoción.

El que ya es cronista de la capital del Santo Reino y del pueblo en el que vino al mundo, e hijo predilecto de los dos municipios, no estuvo solo en el acto de concesión del enésimo reconocimiento que recibe este jiennense y para el que se llegó la noble estancia que lo albergó. El presidente de la Diputación, Francisco Reyes, le dedicó el calificativo de “inagotable”. De esta forma, resumió su implicación en colectivos como las asociaciones de cronistas o, entre otras entidades como Aprompsi, al que le une un estrecho lazo por ser, como dijo, “padre de una usuaria”, su hija Isabel María. Representantes de estos colectivos e instituciones acudieron para aplaudirle. Es el caso del rector de la Universidad, Juan Gómez; el teniente coronel de la Guardia Civil, Luis Ortega; delegados de la Junta, diputados provinciales, miembros de corporaciones locales, periodistas, incluso, algunos que ya no se prodigan en actos públicos, como el exalcalde baezano Eusebio Ortega. Vicente Oya prometió dar el “101%” en la labor que se le encomienda. “Soy más pasado que presente, pero haré lo que pueda”, prometió. También se encomendó a Dios para seguir escribiendo mientras le queden fuerzas, enamorado por una pasión por la prensa que tiene desde los tiempos de sus comienzos en Diario JAÉN. Su deseo es lograr que la gente se “asome al paraíso interior”. Una tierra para la que también tuvo una reivindicación. “Deseo que el olivo no aguante solo el chaparrón”, argumentó Vicente Oya, que espera que la provincia crezca para ser, en sus palabras, “mejor y más grande, situada en el mundo”. El reconocimiento terminó con el Himno de la Provincia y todo el auditorio en pie, como señal de respeto al nuevo cronista.