El aniversario de la Batalla de Bailén termina con la virgen de Zocueca
Broche de oro con un desfile con presencia militar y civil por varias calles del municipio

Bailén se despertó con una diana floreada por las calles del municipio a cargo de la Banda de Guerra de la Brigada “Guzmán el Bueno” X, la que sirvió para agitar los sueños de reencuentro con su santa patrona, la misma a la que llevan un año esperando para ver transitar por sus rincones. Llegaron las 10:30 y con el repique de campanas, las primeras lágrimas de emoción por la imposición de Medallas de la Santísima Virgen de Zocueca a la Unidad del Ejército desplazada hasta la ciudad. La misma que en la tarde noche del sábado vibró con el homenaje a los caídos en la batalla de 1808, la cual cambió el rumbo de una Europa sometida por el yugo de las tropas de Napoleón Bonaparte. La misa celebrada en la mañana, tras la entrega de las distinciones, estuvo presidida por la Real Archicofradía, acompañada de la Corporación municipal al completo y un municipio volcado con su sagrada Señora.
El capitán jefe del Escuadrón de Honores, fue el encargado de ofrecer a la Virgen de Zocueca una corona floral con la enseña nacional. Finalizó la solemne eucaristía, y la Autoridad Militar se encaminó con una corona de laureal hasta el rincón del templo donde reposan los restos de Francisco Javier Castaños de Aragorri, primer Duque de Bailén. Seguidamente, en el atrio principal del Templo Parroquial de La Encarnación, se realizó otra ofrenda floral del pueblo de Bailén a su Excelsa Patrona. A las 21:30, llegó el culmen de las Fiestas Conmemorativas, la procesión magna de Nuestra Señora de Zocueca, la cual fue honrada a su paso por los bailenenses que la esperaron por las calles de la ciudad para presentarle sus respetos.
Las Fuerzas del Ejército realizaron, al paso del trono por la Plaza de la Constitución, un desfile militar, en el que se quemaron fuegos artificiales. La emoción ya no se pudo contener, exaltando con vítores y aplausos cada muestra de devoción ante su Señora. Finalizaron los actos litúrgicos con la llegada de nuevo al templo, per aún aguardaba una última muestra de respeto: una retreta floreada a cargo de la Banda de Guerra de la Brigada “Guzmán el Bueno” X.
Maripaz López Salas ha contado que no es de Bailén, pero lleva ocho años aquí. “Siento a la Virgen como si fuera algo mío. Este día es muy grande aquí y a mí cada año me gusta más”, ha agregado. Asimismo, José Pérez Cisneros ha narrado que lleva en Bailén toda la vida y “la Virgen lo representa todo”. “Es la fiesta más grande que hay y es muy bonita. La gente siempre la disfruta mucho”, ha añadido. Es la primera vez que veo a la Virgen de Zocueca. He venido desde Córdoba con mi hijo, que es militar y es su primer año en la celebración”, ha destacado Pedro Sepa Solar. Por otro lado, el hijo de Nieves Palomino León es militar y fue a verlo. “Estoy muy orgullosa de verlo aquí, en su primer año. Él está muy ilusionado con la procesión”, ha resaltado. “Es la capitana del pueblo, la que nos protege. Es un día muy emotivo para venir a verla. Siempre que sale a la calle la tenemos que acompañar”, ha valorado Ana Virginia Castilla Ibáñez.