Desolación en Chilluévar por la muerte de José Fernández
El joven logró un trasplante de pulmones, pero luego sufrió un infarto cerebral

Una sonrisa que ya no está. Una ilusión rota. Una pérdida que duele tanto que encoge el corazón. José Fernández Bautista, un joven vecino de Chilluévar, perdió una guerra en la que peleaba desde hace 14 años. Sufría una hipertensión pulmonar asociada a una cardiopatía congénita y llevaba mucho tiempo esperando un trasplante. Este llegó la pasada semana, pero, finalmente, José no pudo disfrutar de una nueva vida. Tras dos duras operaciones, sufrió un infarto cerebral y falleció.
Estas líneas no son fáciles de escribir ni leer. Tanto él como su familia estaban llenos de esperanza y así lo transmitieron a este periódico hace solo unas semanas. Su madre, Ana Bautista, contaba a través de estas mismas páginas cómo fue la evolución de la dolencia de José. Fue operado solo a los once días de vida, pero no fue hasta que cumplió los once años que le detectaron la patología, la cual está catalogada como enfermedad rara, por lo que apenas hay medicación para ser tratada. Pero no hubo un día en todos ellos que les hiciera flaquear la ilusión por una vida nueva cuando llegara el esperado trasplante. En diciembre del año pasado, José entró por fin en la lista de espera para recibir unos pulmones “nuevos” que le ayudaran a cumplir su sueño: romper unas zapatillas de deporte y sudar una camiseta de tanto correr.
Y, cuando llegó esa llamada... indescriptible. Ya había dos pulmones para él. Una vez en el hospital, este joven de 14 años se enfrentó a la primera de las operaciones. Fue la del trasplante. Fuentes cercanas a la familia cuentan que esta intervención fue muy dura y se prolongó durante horas, pero no hubo problemas de rechazo. Sin embargo, cuando parecía que el primer escalón ya estaba superado, José sufrió una hemorragia ligada al problema cardíaco que padecía. Segundo escalón. Esto hizo que tuviera que volver al quirófano, donde de nuevo le realizaron una dura operación. Y, de esta, el joven volvió a demostrar una fuerza increíble. Se tomó mucha cautela en la intervención y salió victorioso. Pero el destino es caprichoso y el tercer escalón no pudo subirlo. José, de solo 14 años, tuvo un infarto cerebral y falleció.
La noticia provocó una gran conmoción entre los vecinos de Chilluévar. Por su encanto natural, su simpatía y su dulce sonrisa, no había ni un solo chilluevense que no le apreciara y que, hoy, no le llore. José Luis Agea, alcalde del municipio, declaró que ayer fue un día muy triste para su pueblo. “Teníamos la ilusión de que el donante llegase rápido y de que todo saliera bien. Pero, ahora, estamos destrozados”, dijo. En esta línea, aseguró que todos los vecinos se han volcado con la familia e interesado por el estado del joven. A partir de mañana, se declara el luto oficial en España por las víctimas del coronavirus, pero, en Chilluévar, el Ayuntamiento lo hará extensible a la pérdida de José.