Descubrimiento “por accidente” de dos aras en La Bobadilla

La hipótesis es que se trata de restos romanos del yacimiento de Fuente Áchar

20 sep 2021 / 18:14 H.
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T. GARCÍA / J. R. HINOJOSA

La expectación es inmensa en la entidad local de La Bobadilla, en el término municipal de Alcaudete, a raíz de un inesperado descubrimiento arqueológico, que se produjo “por accidente”. En las tareas de remodelación de la Plaza de la Autonomía Andaluza se hallaron dos piedras talladas de alrededor de 1,2 metros de altura. Según explica a Diario JAÉN el presidente, Manuel Latorre, con casi total seguridad se trata de aras de época romana, probablemente vinculada con los yacimientos romanos de Fuente Áchar y Cerro Burro, situados en las inmediaciones del casco urbano.

¿Cómo llegaron los restos allí? Según Latorre, en el lugar, tras su aparición hace más de un siglo, había seis piedras, usadas como elementos ornamentales, que luego desaparecieron. Dos de ellas, las que acaban de aflorar del subsuelo, según todos los indicios se usaron como material de relleno en la reforma del espacio público de los años 60. No se sabe dónde pueden estar las otras. Sin embargo, existe la posibilidad de que otras, prácticamente idénticas, estén en el pedestal a la Cruz del Sordo y a la farola que la acompaña, en la calle Llana, ambas en Alcaudete, o de que sean “compañeras”. Ante el descubrimiento, la entidad avisó a la Delegación de Cultura y paralizó la obra. Todas las piezas de piedra son prismas verticales de sección cuadrada, con basa y cornisa coronada por un remate troncopiramidal y con las caras recercadas y rehundidas, en tres de las cuales se puede ver el relieve de una colgadura, mientras la cuarta es lisa; en principio no se han apreciado inscripciones.

El presidente de la entidad de La Bobadilla asegura que es conocido que la zona con una riqueza arqueológica “muy importante”. En el paraje conocido como Cerro Vega se sitúa, según las hipótesis, un asentamiento iberorromano conocido como Bora Cerealis, con una estructura típica de un oppidum, mientras que frente al cementerio, en el Cerro de la Campanera, se sitúa una necrópolis de época ibérica. Las áreas de Fuente Áchar y Cerro Burro se localizan en la parte baja del pueblo.

Latorre señala que hay gran cantidad de restos arqueológicos encontrados, desde hace mucho tiempo, en los alrededores de La Bobadilla y actualmente en diferentes museos de España. Por eso, el representante vecinal, que se muestra entusiasmado con los descubrimientos y su posible trascendida, considera que ha llegado el momento de poner en valor ese patrimonio y que repercuta en cuestiones como el turismo, de manera que también se beneficie la economía local. El responsable hace un llamamiento a todas las personas que puedan tener este tipo de elementos históricos a que los entreguen para su puesta en valor. Los vestigios localizados hasta ahora son de sucesivas civilizaciones, como la ibérica, la romana, la griega, la púnica, la visigótica y la andalusí. Entre las piezas hay monedas, exvotos, esculturas, lucernas y recipientes. Todo apunta a que era un asentamiento iberorromano de nivel.

ENTREGA DE LA ESTELA FUNERARIA DE VENUSTUS

Manuel Latorre detalla que a raíz del descubrimiento de las supuestas aras en las obras de la plaza, particulares han entregado un estela sepulcral romana en piedra oscura. La lápida fue hallada en 1969 en Cerro Burro. Incluye una inscripción funeraria de un niño muerto a los diez años y llamado Venustus, término romano que puede traducirse como Bonito. El texto reza: “VENVSTUS ANN. X PIUS IN SUOS H. S. E. S. T. T. L.”. La traducción sería “Venusto, de diez años, piadoso con los suyos aquí está enterrado. Que te sea la tierra leve”. Se trata de una pieza que documenta el elevado nivel de romanización que existía en esta parte de Hispania.

Otras estelas de este tipo se han descubierto por diferentes provincias que componían esta parte del mundo romano y muy especialmente en la Bética. Se trata de monolitos. Definían el espacio funerario y servían de remate. Podían situarse de forma exenta o bien empotradas. Las había con relieves o, como en este caso de La Bobadilla, sin ellos. El asentamiento de Bora ocupaba una ubicación estratégica, en un punto elevado cerca del río Víboras, topónimo considerado andalusí y traducible como puerta de Bora.

<i>Imagen de Archivo de la estela recuperada días atrás.</i>
Imagen de Archivo de la estela recuperada días atrás.

La entidad tiene un acuerdo con la Universidad de Jaén para hacer una prospección con georradar en el oppidum de Bora o Cerro Vega. La idea de Latorre es que las prospecciones se extiendan a la necrópolis, Fuente Áchar y Cerro Burro. Todos los terrenos en los que hay yacimientos son particulares. Sin embargo, la idea es que prevalezca el interés público de futuras excavaciones.



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