Del caso Rubiales al beso presuntamente no consentido en la feria de Alcalá la Real

Aunque el caso presente diferencias significativas con el protagonizado, el pasado 20 de agosto, por el entonces presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, tiene un aspecto en común, un beso no consentido, presuntamente, por parte la destinataria y propinado por un hombre en un lugar público. Fue en la Feria de San Mateo de Alcalá la Real, que finalizó el pasado lunes, y aún es objeto de comentario en la ciudad. La mujer presentó una denuncia en el puesto de la Guardia Civil de Alcalá la Real sin pasar previamente por las patrullas de la Policía Local que han trabajado en el recinto ferial y sus inmediaciones durante los cinco días de San Mateo. Los supuestos hechos ocurrieron en una caseta de feria. Según su versión, sucedió por la noche, en el acceso a los servicios. Con denuncia de por medio, el asunto llegará a los juzgados. Ya una investigación abierta por este controvertido episodio. Para el esclarecimiento resultará fundamental lo que digan los testigos. No es extraño que los haya, pues se trataba de una caseta generalmente muy concurrida. Por tanto, se harán indagaciones para contrastar la veracidad y si existía algún tipo de conflicto anterior entre la mujer y el hombre. A partir de ahí, si el caso tiene recorrido, deberá determinarse el encaje dentro del sistema punitivo. Según las fuentes consultadas, la presunta víctima es mayor de edad. En cuanto al presunto autor de los hechos, que no ha sido detenido pero se encuentra investigado, es un conocido vecino del municipio, cuya identidad no ha trascendido, aunque se destaca que es empresario, está casado y que tiene una importante presencia en la vida social alcalaína.

El episodio del beso de Luis Rubiales a la futbolista campeona del mundo Jennifer Hermoso, en plena celebración del Mundial durante la entrega de las medallas, generó una auténtica convulsión social, que todavía persiste, en la que se pone el foco como agresión sobre los besos no consentidos, muy lejos de la trivialidad a la que se ha referido el exmandatario federativo con la palabra “piquito”. Después saltó a la actualidad nacional un segundo caso, aunque se remonta a 2017, que se ha reactivado hace solo unos días al revelarse imágenes que demuestran lo ocurrido. En esta ocasión, un Policía Nacional que participó en el dispositivo extraordinario en Cataluña por el referéndum unilateral del 1-O, denunció que una mujer le había dado un beso en la boca de manera inesperada —todo apunta que con el objetivo de que el agente “perdiera los papeles”— en pleno despliegue. Durante la instrucción judicial, en cada caso se evalúan las circunstancias individuales, que aumentan o disminuyen la gravedad. El artículo 178 del Código Penal afirma que será castigado con la pena de prisión de uno a cuatro años, como responsable de agresión sexual quien realice cualquier acto que atente contra la libertad sexual de otra persona sin su consentimiento. Además, recoge, literalmente: “Sólo se entenderá que hay consentimiento cuando se haya manifestado libremente mediante actos que, en atención a las circunstancias del caso, expresen de manera clara la voluntad de la persona”.