Celebración muy entrañable

Frailes, como el resto de la provincia, se encuentra inmerso en la campaña de recolección de la aceituna. Sin embargo, los vecinos siempre tienen un hueco, pasado el puente de la Constitución y poco antes de las fiestas navideñas, para dedicárselo a su patrona, Santa Lucía. Se trata de unas fiestas sencillas, pero entrañables, que marcan un mes repleto de celebraciones. Este año el mal tiempo no empaña los actos.

La alcaldesa, Encarnación Castro, se implicó al máximo en la cita con Santa Lucía. “Es un placer coleccionar momentos junto a los fraileros. Y la de la patrona es una fecha que nos une entorno a la celebración de los actos religiosos”, manifestó a Diario JAÉN la responsable, quien, después de un periodo como concejal de Turismo y otras áreas, está en los primeros meses en su andadura al frente del Ayuntamiento.

La programación empezó el martes con el principio de un triduo vespertino en la iglesia del pueblo, precedido de la exposición del Santísimo. El jueves, después de la presentación del último libro de la cronista oficial, María Teresa Murcia, en la que participó la adjunta a la dirección de Diario JAÉN Manuela Rosa, el Ayuntamiento distinguió en el Cinema España al emblemático vecino Miguel Montes con el V Premio Honorífico Santa Lucía. Con el reconocimiento se agradece la implicación del cocinero en la Jornada Vinícola y otras actividades.

El día grande de las fiestas patronales fue ayer. A mediodía se ofició una eucaristía en el templo. Las precipitaciones de la noche anterior, que impidieron el trabajo en la aceituna, alentó la presencia de fieles. La manifestación más destacada fue la procesión, que salió a las siete de la tarde.

El capataz, Luis Romero, quien vivió su primera edición con tal responsabilidad, destacó el arraigo con el que se vive la fiesta y que el recorrido se acortó por la amenaza de lluvia. Igualmente, se refirió a la invitación a chocolate que siguió al desfile procesional. El responsable se mostró ilusionado con el reto de dirigir el paso portado exclusivamente por mujeres.

La procesión, muy bien organizada, estuvo encabezada por la cruz de guía, seguida del Santísimo, trasladado por un grupo de niños. Tampoco faltaron mantillas —una de ellas, descalza por una promesa— y fieles que portaron velas. La Asociación Musical de Frailes interpretó sucesivas marchas. Dentro del cortejo no faltó la representación religiosa, encabezada por el párroco, Miguel Ángel Soto, y del Ayuntamiento, con Castro al frente. Al paso de la comitiva de la joven mártir, que vivió en Siracusa, una ciudad de la isla italiana de Sicilia, numerosos fraileros salieron a su encuentro para manifestar su respeto a la venerada imagen.