Carolina España Reina: “La provincia tiene que ser un valor refugio para la inversión”
La consejera de Economía, Hacienda y Fondos Europeos está empeñada en trabajar, de la mano del sector privado, para conseguir transformar la provincia de Jaén con el fin de convertirla en atractiva para los inversores. Pide ayuda al Gobierno central para que arrime el hombre con el fin de reparar los años de abandono
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Vive con pasión la responsabilidad que asumió cuando el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, le encomendó la tarea de gestionar las cuentas de la Administración autonómica y saborea el momento convencida de que no habrá otro igual. Carolina España Reina (Málaga, 1969) quiere contribuir a la transformación de esta tierra con la Economía, la Hacienda y los Fondos Europeos como herramientas para atraer inversiones, generar puestos de trabajo y crear riqueza en un rincón del país con poderío y liderazgo. Elige Jaén para presentar uno de los proyectos estrella de Andalucía Trade.
—¿Para qué sirve Trade?
—Está llamada a ser la ventanilla del sector empresarial, una línea directa con las empresas, porque nosotros somos unos absolutos defensores de la colaboración público-privada y estamos convencidos de que la transformación de Andalucía está llegando de la mano de los empresarios. Lo que queremos es ayudar a que las firmas puedan seguir creciendo, creando empleo y transformando nuestra tierra, porque la Administración no genera puestos de trabajo, pero sí el clima y las condiciones necesarias para atraer la inversión. Las cámaras de Comercio y la Confederación de Empresarios están incluidas en el Consejo Rector de la Agencia Trade.
—¿Qué significarán los incentivos que anunció, en el Museo de Arte Ibero de Jaén, para las empresas jiennenses?
—Fue un día importante porque supuso el pistoletazo de salida del mayor paquete de incentivos de Andalucía Trade y quisimos empezar en Jaén, con un salón abarrotado de empresarios, un orgullo y un honor poder contar con ellos. Queremos conseguir una revolución empresarial en Jaén y, por supuesto en Andalucía, que cualquier buen proyecto no se quede sin realizar por falta de financiación. Es un paquete muy amplio diseñado para atender las necesidades de nuestro tejido productivo y yo espero que sea un revulsivo para los jiennenses. En un año hay un 16% más de compañías, casi 600 más en Jaén, por lo que queremos que haya más y que aumenten su tamaño para incrementar la competitividad.
—¿Qué condiciones tiene que reunir el tejido empresarial para conseguirlos?
—Son incentivos para pymes, autónomos y micropymes, aunque pueden optar grandes empresas a través de la línea I+D+i. La primera, que cuenta con más de 200 millones de euros, pone como condición que no esté hecha la inversión previamente, con una ayuda superior al 30%. La segunda, de 7,5 millones, ese para la creación de pymes y micropymes. Y la última, de 35 millones, también tiene la misma condición y cuenta con un periodo máximo de ejecución de dos años.
—¿Qué percepción tiene del sector empresarial de Jaén?
—Está muy vinculado al sector primario, pero en general percibimos los mismos síntomas que en el resto de Andalucía en la economía de Jaén. Baja el paro otro mes más, crecen las exportaciones con niveles considerables, aumenta el número de empresas, la confianza empresarial... Todo suma. Vamos en la buena dirección. Aquí hay mucho talento, el ejemplo está en el premio nacional de Pyme 2023 que recientemente otorgó el Rey a Meltio. Somos referentes también en el plástico, además del aceite, y es verdad que queda mucho por hacer, porque en cinco años de gobierno hemos avanzado bastante, pero hay camino por recorrer.
—¿Cómo se puede innovar en una tierra que vive del campo?
—El campo requiere innovación y, además, hay empresas que lo han demostrado con la introducción de la I+D+i, que es transversal.
“Así trabajamos en el Gobierno andaluz: ofrecemos confianza, damos facilidades, eliminamos trabas burocráticas innecesarias...”
—¿Qué visión tiene de Jaén?
—Yo creo que Jaén es una tierra que tiene un déficit de apoyo por parte del Gobierno y de la Junta de Andalucía históricamente. Nunca se ha invertido en Jaén como hasta ahora desde el Gobierno andaluz. En cuanto a presupuestos, por ejemplo, 320 millones en 2024, un 140% más que en 2019, cuando entramos, y no me comparo con los años del socialismo porque no estaban provincializados los presupuestos. Insisto en que la apuesta es importante, pero es muy difícil realizar en cinco años lo que no se ha hecho en treinta y siete. En inversión por habitante estamos en 513 euros frente a una media de 454 y hay realidades, como la conexión de Geolit a la A-44, la remodelación del hospital de Andújar, las Urgencias del Bulevar, el Olivo Arena, las vidrieras de la Catedral, el Conservatorio... Y la ITI de Jaén, que hemos invertido 200 millones y esperamos el compromiso del Gobierno central de complementar nuestra aportación con 220 millones. Todo no puede ser a costa de la Junta de Andalucía.
—Hay un proyecto importante del Gobierno llamado Cetedex. ¿Cuál será el posicionamiento de la Junta?
—Es un proyecto que anda de la mano del Gobierno central y nuestro posicionamiento desde la Junta es que estamos dispuestos a colaborar en todo lo que sea bueno y positivo para la provincia de Jaén, pero la realidad es que, tal y como me comentó el consejero de Innovación, que desde el Ministerio de Defensa no se han puesto en contacto con él, por lo que no tenemos noticia. Sin embargo, estoy segura de que, si contactan con nosotros, estaremos dispuestos a colaborar.
—¿Linares y La Carolina son las niñas mimadas de la Junta?
—Mimamos todos los pueblos y ciudades de esta tierra. En Linares, hemos cedido las instalaciones del Parque Empresarial de Santana al Ayuntamiento y hemos transferido más de seis millones para impulsar su renovación con el fin de atraer a empresas. En La Carolina hemos hecho igual, con una inversión de tres millones por parte de nuestra Consejería. Esta es la forma de verdad de ayudar a la provincia.
—¿Qué supone la llegada de Desay a Linares?
—Ha supuesto más de un año de trabajo silencioso entre la Junta, a través de Andalucía Trade y siempre en colaboración con el Ayuntamiento, y la empresa. Cuando vimos la oportunidad de que una multinacional como ésta podía venir a Europa, nuestra intención fue mostrarle todas las bondades que ofrecía Linares para que se instalaran en el Parque Empresarial Santana. Es así como trabajamos en el Gobierno andaluz: ofrecemos confianza, seguridad, damos facilidades, eliminamos trabas burocráticas innecesarias... Al final, Desay ha optado por este enclave, y eso que teníamos muchos competidores en Europa y dentro de España, como era Cataluña. Ahora vamos a seguir trabajando hasta que su instalación sea una realidad, porque a Linares lo que le hacen falta son empresas que creen empleo y porque Santana debe volver a convertirse en un parque empresarial de alto rendimiento.
—Habla usted de servir en bandeja la instalación de empresas, pero en Jaén faltan infraestructuras de comunicación para atraerlas. ¿Cómo se arregla el desaguisado?
—No todo son infraestructuras, pero es verdad que hay un déficit importante que desde la Junta hacemos lo que podemos, porque realmente las competencias las tiene el Gobierno de España, como el tren, por lo que el Estado se tiene que poner las pilas con Jaén.

—¿Qué presupuestos pueden esperar los jiennenses para el próximo año 2025?
—En mayo lanzamos la orden para empezar a elaborarlos y, aunque todavía estamos en proceso de análisis por parte de todas las consejerías, estoy segura de que serán unos buenos presupuestos para Jaén. Seguiremos la línea de ayudar a las familias para que tengan una mayor renta disponible con la bajada de impuestos y apoyo al sector empresarial y, además, habrá inversiones importantes para la provincia.
—¿Qué cambios cree que hacen falta en el sistema de financiación autonómico?
—El cambio fundamental para nosotros es que se haga justicia con Andalucía. Estamos en la mejor tierra para vivir, la estamos transformando dándole seguridad jurídica, confianza, estabilidad, dejando de ser un infierno fiscal, haciendo una revolución empresarial, la simplificación administrativa... El problema es que lo estamos haciendo a pulmón y estamos con una mano atada a la espalda, porque desde el año 2009, que fue cuando se aprobó este sistema de financiación, Andalucía recibe 1.409 millones de euros menos cada año que la media. Estamos hablando de 20.000 millones de euros que nos han quitado. ¿Es de justicia que un andaluz reciba 170 euros menos que la media? ¿O 222 euros menos que un ciudadano de Cataluña? ¿O 800 euros menos que un cántabro? No podemos seguir así, porque se rompe la cohesión y la solidaridad interterritorial. Necesitamos justicia con Andalucía y un sistema de financiación que por lo menos nos dé lo mismo que a los demás, no pido más.
—¿Qué suponen los fondos europeos para Andalucía?
—Son importantes, pero no nos pensemos que todo el presupuesto de la Junta viene de Europa, porque representan el diez por ciento, la mayor parte procede de la recaudación. Sin embargo, somos receptores y tratamos de ejecutarlos de la menor manera posible. Hemos terminado el marco 2014-2020, que se liquida en diciembre de 2023, y no vamos a devolver ni un solo euro. Ahora estamos en la ejecución del marco 2021-2027 y, aunque tenemos ya ejecutados casi 600 millones de euros, la realidad es que no podemos certificar porque el aplicativo informático del Ministerio no está disponible. Por lo tanto, hemos realizado un gasto, lo hemos ejecutado y pagado y no nos llega el ingreso porque no podemos certificarlo. Eso es una auténtica barbaridad, que supone una nueva asfixia a nuestra tierra, a lo que le tenemos que unir que las entregas a cuenta mensuales no se actualizan porque no hay Presupuestos Generales del Estado, lo que quiere decir que no hay inversiones para España, para Andalucía y para Jaén. Para terminar el ámbito de los fondos europeos, hemos multiplicado casi por cinco la velocidad de ejecución y, ahora, el Ministerio se ha puesto en contacto con las comunidades porque llegará dinero, en forma de préstamos, para proyectos privados que necesiten financiación. Es importante que los empresarios se pongan en contacto con la Consejería de Economía y Hacienda para que podamos lanzarlos al Banco Europeo de Inversiones.
—¿Qué resultados tiene la política fiscal de su Gobierno?
—Hemos conseguido el milagro económico andaluz, mediante el que recaudamos más bajando los impuestos. ¿Por qué? Porque tenemos más contribuyentes. Andalucía era un infierno fiscal y hemos pasado a ser la segunda comunidad autónoma donde menos impuestos se pagan, detrás de Madrid; hemos deflactado el IRPF, cosa que no ha hecho el Gobierno de España en el tramo estatal con el fin de parar el golpe de la inflación en el ciudadano; hemos bajado el impuesto de transmisiones patrimoniales, el de actos jurídicos documentados, hemos eliminado sucesiones y donaciones y patrimonio... Y no hemos recaudado menos, sino 14.000 millones más, porque tenemos 565.000 contribuyentes más en los últimos 5 años. Lo fácil es asfixiar a los ciudadanos, como ha hecho el Gobierno de España, que ha subido 69 veces los impuestos y nos hemos convertido en el país donde más se ha incrementado la presión fiscal de toda la Unión Europea y el que más pérdidas de poder adquisitivo tiene. Lo difícil es lo que hacemos nosotros.
“Necesitamos justicia con Andalucía y un sistema de financiación que por lo menos nos dé lo mismo que a los demás, no más”
—Los ciudadanos pueden pensar que, si bajan los impuestos, hay menos recursos públicos...
—Sí, por eso les explico lo del milagro económico de Andalucía. Por cada euro que se deja de recaudar en Patrimonio, se recaudan cinco en renta y en IVA, porque cuando los inversores ven que existe esta tasa se van a otros lugares. Es el círculo virtuoso de la economía.
—¿Ve factible una condonación de deuda a ayuntamiento que están con el agua al cuello, como el de la capital?
—Lo tendría que decidir el Gobierno central. Yo lo que sí creo que es posible es aumentar los plazos. En el caso de Jaén, Agustín González encontró una situación catastrófica en el Ayuntamiento, fruto de la nefasta gestión de sus antecesores. Lo normal es que las administraciones ayuden a quienes lo pasan mal, porque el ciudadano no tiene culpa de la gestión que ha hecho el alcalde, es más, han votado para cambiarlo. Hay un acuerdo con el Gobierno para devolver el dinero hasta 2050, pero hace falta más tiempo, los años que sean necesarios, porque el Estado no va a quebrar. Nosotros hemos intentado ayudarle, pero la realidad es que no tiene deudas con la Junta. Puedo dar un anticipo de la Patrica que, por cierto, incrementamos cada año porque somos un gobierno municipalista, cuando llegó a estar congelada... Pero nada más.
—Usted dijo, al comienzo de mandato, que su objetivo es que ningún andaluz se quedara atrás. ¿Cómo lo lleva?
—Estamos a mitad de la legislatura... Vamos a intentarlo, no paramos de trabajar para cumplirlo.
—¿Qué puede hacer la Junta para paliar el daño que sufren las familias con la subida de precios de productos básicos?
—Los ciudadanos de Andalucía tienen más renta en sus bolsillos gracias a la bajada de impuestos. Un joven que se va a comprar una vivienda, en lugar de pagar el ocho por ciento, ahora paga el tres y medio, lo que se traduce en unos seis mil euros, un año de hipoteca. Por poner un ejemplo. Ahorros se producen, pero luego están los impuestos del Gobierno y la inflación incontrolada. No hay quien aguante una subida del treinta por ciento en la compra de alimentos, por lo que hay que ayudar a las familias con medidas como la rebaja del IVA de la carne y el pescado, como lo ha hecho con el aceite. Por cierto, la gente tiene que saber que no nos han consultado a las comunidades autónomas esa reducción del cien por cien, cuando el cincuenta por ciento nos pertenece. En este caso estoy de acuerdo, pero nos podían pedir opinión.
“Hemos logrado el milagro económico andaluz, mediante el que recaudamos más bajando los impuestos. ¿Por qué? Porque hay más contribuyentes”
—¿Qué le quita el sueño?
—Muchas cosas. Andalucía es la mejor tierra para vivir, pero yo quiero que aspire a liderar, que transformemos la comunidad de la mano del sector empresarial para dejar el vagón de cola en el que nos la encontramos... Me quita el sueño que partimos de unas cifras de paro exageradas y, aunque las bajamos y creamos empleo y autónomos, con mejores cifras de exportaciones, necesitamos un tiempo para madurar el cambio. La educación, la sanidad... Tenemos mucha tarea por delante, pero estamos mejor que hace cinco años. Siempre lo digo, con paciencia, con firmeza y con moderación. El ambiente político en España está muy tóxico y, sin embargo, en Andalucía nos estamos convirtiendo en un dique de contención, en un valor refugio para la inversión y la gente habla de esta tierra de otra manera, con orgullo y con admiración, ya no es lo que nos dejaron los socialistas.
—¿Se va de vacaciones?
—Sí, es lo más sano del mundo.