Calefacción “comunitaria” en el rincón más frío de la sierra

Santiago de la Espada plantea implantar un innovador sistema

30 nov 2017 / 08:51 H.

Dice la previsión de la Agencia Estatal de Meteorología que, este fin de semana, los termómetros marcarán entre menos seis y menos siete grados en Santiago-Pontones. Un tiempo muy parecido había la primera vez que los ingenieros de Esasur visitaron este rincón de la sierra jiennense. “Fue el 23 de febrero de hace dos años, un día que nevó. Y lo primero que les pregunté fue que, de los más de 8.000 municipios que hay en España, que por qué habían elegido este”, recuerda Pascual González, alcalde de Santiago-Pontones. Y la respuesta son tres factores que hacen de una de sus poblaciones, la más poblada, Santiago de la Espada, la candidata “perfecta” para la instalación de un innovador sistema de calefacción y agua caliente comunitario que se alimenta de biomasa: Están rodeados de masa forestal, muy alejados y “aislados” para que lleguen otras fuentes de energía como el gas y allí hace frío durante más de seis meses. “Así se reducen muchos las opciones”, reconoce el alcalde.

“En el año 201, Esasur realiza una evaluación del potencial de implantación de redes de calefacción con biomasa en zonas rurales para toda España. Se analizaron 500 municipios y uno de los que tenía mejores condiciones y cumplía con los requisitos a priori necesarios —demanda de calor y biomasa forestal disponible— era Santiago de la Espada. A partir de ahí hicimos una propuesta para realizar el estudio de la viabilidad del proyecto al Ayuntamiento, costeado por Esasur. El resultado fue positivo, condicionando a que un número importante de usuarios decidiesen conectarse al servicio”, explica Víctor Soltero, ingeniero, profesor de la Universidad de Sevilla y socio de Esasur.

“En Europa, países como Bélgica, sí hay proyectos similares a este, en poblaciones, y en España, hay proyectos para algún municipio de Soria, pero en Andalucía no. Lo normal es que sean para barrios o comunidades con redes de no más de doscientos metros”, explica. Y los ingenieros de esta firma, que está vinculada a la Universidad de Sevilla, se pusieron manos a la obra a trabajar en la viabilidad. “Las únicas condiciones que pusimos es que el empleo que genere sea de aquí y que se respeten los condicionantes medioambientales”, añade González.

Si todo va bien, este proyecto que aúna el aprovechamiento de la masa forestal —que supondría la limpieza de los montes, muy necesaria también, como reconoce el alcalde— con un servicio que mejora la calidad de vida en este rincón de la sierra —que sufre los efectos de la despoblación— podría generar “hasta 14 o 15 empleos” en el municipio. No en vano, el pleno del Ayuntamiento, como indica el responsable municipal, declaró el proyecto como de interés social. “Al final es una empresa y tiene que ser viable para que se implante, pero es un proyecto novedoso y sostenible que genera empleo”, reflexiona. En este sentido, por el momento, ya cuentan con un ingeniero de Santiago que presenta a los vecinos el servicio para empezar a comercializarlo. “Entre las ventajas que presentan es que no es como la luz, ya que no se paga un mínimo, si no consumes, no pagas y ni tiene permanencia”, resalta. “Hay ya bastantes vecinos que empiezan a contratar”, añade. Además, daría servicio a edificios públicos como la residencia, el instituto y el colegio..

“Actualmente, se tramitan las licencias necesaria y estamos comercializando con los usuarios. Si todo va como parece, la próxima primavera comenzarían las obras”, concluye Víctor Soltero.

Empleo y sostenibilidad natural

El proyecto presentado por Esasur para implantarse en Santiago de la Espada se ha considerado de “interés social” y los beneficios son tanto individuales para los usuarios como comunitarios. Los clientes, como detalla el ingeniero de Esasur Víctor Soltero, podrán acceder a inversiones promovidas por las directivas europeas de eficiencia energética y posibles ayudas directas a futuro. De hecho, todas las viviendas que se conecten a la red de calefacción pasan a calificación energética A. “Se eliminan las emisiones y ruidos por equipos de generación individuales y se gana en seguridad de las instalaciones al desaparecer el combustibles de las viviendas”, añade. Asimismo, se “lucha contra la pobreza energética”: “Hay una disminución de los costes de calefacción respecto al combustible fósil y el precio es estable ya que no depende de las fluctuaciones de los combustibles fósiles”.

Si se miran los beneficios sociales estos suponen el uso de un combustible renovable y local, la creación de empleo estable para la extracción de la biomasa y el reconocimiento por parte del turismo medioambiental al usar una fuente renovable de energía dentro del parque natural. “Se cumplen, además, los requisitos de cero emisiones de los edificios públicos, que exigirá en breve la normativa”, añade. Además, mejorará la calidad del aire en el municipio. “Las calderas que se utilizarán cuentan con filtros de partículas que cumplen con la normativa que entrará en vigor en 2020. Un sola chimenea de viviendas tiene más emisiones de las que emitirá las calderas de la red”, destaca.