“Ya tenemos la granja puesta a punto tras tres años de duro trabajo. Nuestras perspectivas de futuro son bastante halagüeñas”

PREMIo “emprendimiento”

18 jul 2019 / 11:29 H.

Constancia, esfuerzo y sacrificio. Estas palabras bien las conoce Elena Guerrero, quien parece llevarlas tatuadas en su piel. Ella es una de las galardonadas con el Premio Reino Jaén “Sierra Morena”, nada más ni nada menos por emprender una granja avícola en Belerda, en el término municipal de Quesada. “Me informó Manuel Vallejo, el alcalde de Quesada, de que iba a recibir este reconocimiento. No me lo esperaba, y ha sido gracias a toda la familia”, indica Guerrero.

Su infancia transcurrió en el mismo lugar donde hoy se erige su gran triunfo: “Ya tenemos la granja puesta a punto, tras tres años de duro trabajo. Nuestras perspectivas de futuro son bastantes halagüeñas”. Belerda ha sido siempre el cultivo de un sentimiento hacia la granja de su familia que hoy día persiste, no hay más que escuchar sus palabras y los hechos que ella misma ha dado lugar. La Elena de trece años ya se hacía con su moto para acudir y arrimar el hombro en el negocio familiar, siempre palpitando en su interior un amor incondicional que profesa al pueblo y a su trabajo: “Aunque desde hace cinco años vivo en Quesada, mantengo los lazos con Belerda. Por eso hemos montado allí la granja avícola y así se contribuye a que el pueblo no se extinga”. Apenas unos doscientos habitantes nutren a una Belerda que, como muchas otras pedanías, es testigo de la marcha de la juventud que busca proyección en otros lugares. Ante este panorama, Elena Guerrero no cesa en su empeño de revitalizar a su pueblo: “Para toda la familia lo principal es mantenerse en Belerda. Soy muy feliz allí, lo era de pequeña y lo seguiré siendo de mayor”.

Un amago de curiosidad por conocer más acerca de la esencia de su propia granja, impulsa a Guerrero a inmersarse en una afluencia de ideas que, en su día, pretendió llevar a cabo y ya han fraguado en pura realidad: “La granja es de lo más novedoso que hay, la nave está completamente aislada, es totalmente blanca con los bebederos naranjas. La verdad es que es muy bonita y parece una nave espacial", argumenta Elena con un tintineo en su voz, revelador de la ilusión con la que ha movido cada una de las fichas para conseguir su sueño. Aún no ha recibido nombre, a lo que añade: “Intentaremos pensar en algo para cuando comience a funcionar la granja". La incertidumbre, con la que Guerrero ha tenido que lidiar estos años, ya es agua pasada. Su familia ha sido el basamento de todas sus maniobras: “Hemos estado luchando la familia entera, mi padre el primero. Por ello, el premio es de todos". Elena Guerrero es un referente de mujer emprendedora que ve en sus raíces el germen de su propia proyección laboral.