Aprender es una aventura en la Escuela de Verano

La concejal de Bienestar Social, Carmen Salazar, visita a los niños del centro

25 jul 2018 / 08:15 H.

Aprender a través de la diversión. Con este espíritu nació la Ludoteca y la Escuela de Verano que, cada año, acoge a decenas de niños que pasan unas vacaciones de lo más divertidas mientras se ofrece un apoyo a aquellos padres que trabajan y ven, en la Escuela de Verano, su mejor aliada. En esta edición cuentan con veintidós pequeños de entre tres y siete años en la Ludoteca, mientras que son cincuenta y uno los que se reparten en dos grupos en la escuela, uno de siete a nueve años y otro de nueve a doce, a cargo de cinco monitores. Enmarcada dentro del II Plan Estratégico de Igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres de Baeza, la Escuela de Verano y Ludoteca plantean la necesidad de apostar por un modelo educativo y una metodología que desarrolle en los menores una serie de valores a través de las actividades lúdico-recreativas.

Con sede en el instituto San Juan de la Cruz, las múltiples actividades que realizan los llevan desde el centro a varios lugares de la ciudad, tales como el Parque Leocadio Marín o el Paraninfo, entre otros. Actividades con agua, en la naturaleza, de reciclaje, talleres de informática o vistas culturales son solo algunas de las aventuras que los pequeños de Baeza pueden disfrutar durante los meses de julio y agosto. Como novedad, este año desarrollaron un taller de lectura.

Hace tan solo unos días recibieron la visita de la concejal de Bienestar Social e Igualdad, Carmen Salazar, y la directora gerente de los Servicios Sociales, María Isabel Fernández. “Estos servicios son un recurso imprescindible para los niños y sus familias y apuestan por el fomento de las habilidades sociales, el conocimiento y la consolidación de este. Además, este año, contamos con la ampliación en materia de informática”, comentó Salazar durante la visita. Asimismo, quiso recordar que tanto la Escuela como la Ludoteca están abiertas desde el 1 de julio hasta el 31 de agosto, de nueve a dos de la tarde. En el caso de Fernández, aseguró que la Escuela de Verano responde “a padres que trabajan, y también a otros muchos que, aunque no trabajen, ven una oportunidad en la escuela para que sus hijos sigan aprendiendo y no se queden aburridos en casa y, así, puedan hacer nuevos amigos y compañeros”. Sin duda, una manera para disfrutar sin dejar de aprender y volver al colegio con “las pilas cargadas”.