Anulado el proceso de reorganización de Cultura en Martos

Revés para el Ayuntamiento de Martos. Una resolución del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 2 de Jaén da la razón al emblemático técnico municipal de Cultura Diego Villar. En este sentido, la sentencia anula el acuerdo plenario del 30 de mayo de 2024 referente a la propuesta de modificación de la Relación de Puestos de Trabajo de la mencionada área. Además, se impone al Ayuntamiento las costas. Sin embargo, no es un dictamen firme, pues esta Administración cuenta con la opción de recurrir. Villar planteó el pleito después de que la Administración local rechazara su recurso de reposición contra la medida. El demandante consideraba que la decisión municipal incurre en desviación de poder y había falta de motivación y de límites a la potestad discrecional. El Ayuntamiento, por su parte, intentó demostrar que todo era absolutamente correcto.

El juzgado razona que, tras las pruebas testificales practicadas, debe concluirse que ha existido una clara desviación de poder y que debe determinarse la nulidad del acto administrativo recurrido al perseguir un fin distinto del interés público requerido por el legislador. Por tanto, estima que ha de declararse la nulidad del contenido del acuerdo plenario. La sentencia invoca la jurisprudencia, concretamente la del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), corroborada por el Supremo, donde se dejan claros los límites a la facultad de autoorganización y la discrecionalidad técnica en el ejercicio de esta.

La decisión del Ayuntamiento de mover a Diego Villar de unas funciones que había desempeñado, de forma ininterrumpida y eficaz durante años, levantó ampollas dentro y fuera del municipio. La noticia sobre la “reorganización” o la “reordenación” en el seno de la Administración local marteña suscito descontento y oposición. De hecho, se recogieron firmas de apoyo a Villar, una persona muy conocida en los ambientes culturales por su dilatada trayectoria y por su labor. Incluso hubo recogida de firmas, que se entregaron al Ayuntamiento, sin que el Gobierno municipal desistiera de unas intenciones que consideraba justificadas. Habrá que ver si finalmente acepta el fallo u opta por recurrir ante el TSJA.