El cronista oficial analiza la presencia de la Inquisición durante el siglo XVII

Enrique Gómez, el cronista oficial del municipio, protagoniza un vídeo en el que analiza un curioso aspecto del pasado. La grabación, compartida por el Ayuntamiento dentro de las iniciativas culturales relacionadas con la declaración del estado de alarma, versa sobre las indagaciones de la Inquisición en el primer en el primer tercio del siglo XVII.

El historiador precisó que, en aquella época, la población rondaba los 12.000 habitantes, lo que la convirtió en un núcleo importante, pese a que después las epidemias causaron una merma demográfica de envergadura. En 1613, según sus datos la Inquisición contaba con once familiares, que seguían instrucciones y disfrutaban de privilegios. Su trabajo estaba subordinado a Córdoba.

Uno de los principales motivos de las investigaciones era la llegada, hacia 1580, de un contingente de judíos lusos tras la unificación entre España y Portugal. Las penas —relató Gómez— iba de la colocación del sambenito a destierros o, en ocasiones, la quema en efigie. No obstante, el cronista desveló la existencia de una trama de sobornos, luego descubierta, por la que los inquisidores avisaban a los judíos. La contraseña, recibida por carta en una tienda, los instaba a que huyeran, se les decían que tenían una deuda con Córdoba y debían pagarla. El estudioso analizó la persecución de la hechicería, de la que dijo que estaba más en la imaginación popular. Recordó la existencia del camino de las Brujas, en dirección a Arjona.