El centro local de temporeros alberga a personas sin techo

El Ayuntamiento de Andújar vuelve a dar uso a las instalaciones del Centro de Atención al Trabajador Temporero. El albergue, utilizado cada invierno para acoger a quienes acuden a trabajar a la campaña de recolección de la aceituna se utilizará para dar cobijo para acoger a transeúntes y “sintecho” como respuesta a la disposición del decreto de estado de alarma que obliga al confinamiento por la crisis del coronavirus. Fuentes municipales manifestaron a Europa Press que las dependencias se encuentran habilitadas, desde el pasado miércoles, como complemento al Centro de Acogida e Inserción San Vicente de Paúl, que ya estaba abierto.

Las autoridades confirman que ya hay plazas ocupadas. Con la medida se pretende que quienes carecen de hogar queden desatendidas durante la actual situación excepcional que, como mínimo se prolongará hasta la recta final de abril. Además, “se garantiza” la seguridad de estas personas.

El alcalde, Francisco Huertas indica, a través de las redes sociales del Ayuntamiento, que el albergue se suma a los recursos para atender los citados colectivos a fin de incrementar la seguridad de los usuarios y los vecinos de Andújar.

El Centro de Atención al Trabajador Temporero se ubica en el camino de la Vega, a solo unos metros del cauce del río Guadalquivir. Por lo general, el recinto está pensado para abrir las semanas en las que se recolecta la aceituna. La decisión de reabrir las puertas se adoptó como una decisión del equipo de Gobierno con el objetivo de integrar a las personas que no cuentan con una vivienda. El edificio consta de 38 plazas de capacidad. para ofrecer sus servicios, habitualmente, al colectivo temporero. Aunque durante la época de recolección el límite de estancia se fija en tres noches, este, obviamente, desaparecen en las circunstnacis excepcionales actuales.

Francisco Huertas destacó otras medidas preventivas puestas en marcha en el municipio. Entre ellas mencionó la llegada de la Brigada Guzmán el Bueno X de Cerro Muriano, que patrulló las calles de ciudad para “reforzar la vigilancia”. Por otro lado, el político socialista valoró la colaboración de empresas y particulares que, con sus aportaciones, permiten atender las necesidades de suministro de equipos de protección y material sanitario”. En el caso de los voluntarios de la agrupación local de Protección Civil, el responsable agradeció su esfuerzo para mantener el servicio de reparto a domicilio de alimentos y medicinas a mayores y dependientes.

sin “borriquita”. La Semana Santa empezó ayer. Sin embargo, el estado de alarma tiene un impacto directo en el aspecto de las calles. Se conocía desde hacía tiempo la suspensión de las procesión, de modo que, a diferencia de otros años, calles como Ollería o 2022 de Julio estaban desiertas.