Alegría y generosidad al paso de la Inmaculada Concepción en Marchena

Vecinos y visitantes acompañan a la Virgen en su recorrido por la casas de la aldea

13 sep 2025 / 18:24 H.
Ver comentarios

VÍDEO

En pleno corazón de la Sierra de Segura, Marchena, una de las aldeas de Santiago-Pontones, volvió a ser testigo de los reencuentros y de las celebraciones con motivo de sus fiestas en honor a la Inmaculada Concepción. Estos días, las empinadas calles de la aldea se llenan de vida, música y fervor popular en torno a una tradición que cada año consigue atraer a vecinos, antiguos residentes y a visitantes que no quieren perderse esta gran celebración.

Tras la misa, la imagen de la Inmaculada recorrió la aldea, portada por cuatro valientes que se fueron sucediendo a lo largo del desfile procesional. Un recorrido, que como es tradición, se distinguió por su cercanía: los vecinos volvieron a abrir las puertas de sus casas para ofrecer refrescos y algo de comer a quienes acompañaban el paso. Entre parada y parada, no faltaron los animados bailes y cantes al ritmo de la charanga Los Pizarrines de la Puerta de Segura, que animó el ambiente sin descanso durante todo el recorrido.

Una procesión en la que no faltó la lluvia desde el primer momento, ya que los vecinos, como manda la tradición, no dejaron de lanzar garbanzos al aire. Una divertida lluvia que poco a poco se hizo realidad, ya que en diversas zonas del recorrido comenzaron a caer algunas gotas de agua que, con el canto alegre de los vecinos y visitantes, fueron desapareciendo hasta volver a salir el sol. Uno de los momentos más emocionantes llegó en la subida hacia la parte alta. Los portadores, en un esfuerzo conjunto, emprendieron la tradicional carrera con la Virgen sobre los hombros, desatando la admiración y los aplausos de todos los presentes, quienes esperaban arriba la llegada de la imagen como cada año.

La procesión avanzaba, y los últimos vecinos seguían esperando en las puertas de sus casas la llegada de la Virgen y de sus animados acompañantes, quienes cada vez se iban animando más. Unas paradas en las que además de comida, se hicieron numerosos donativos. El desfile procesional culminó en la plaza de la aldea, el punto de encuentro en el que vecinos y visitantes se volvieron a unir para bailar con la imagen. La fiesta culminó con una paella en la plaza y el recuento de la recaudación recogida en la procesión.

Provincia
set (1 = 1)