Un matrimonio se salva “in extremis” de morir asfixiado

Dos guardias civiles que acudieron en auxilio también acabaron en el hospital

27 ene 2020 / 09:44 H.
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Una pareja que tiene su domicilio en la calle Moreas de Gamboa, puede decir, sin exagerar, que ha vuelto a nacer. La mujer, de 55 años, y el hombre, de 57, estuvieron a punto de perecer, el sábado por la noche, como consecuencia de una intoxicación por monóxido de carbono. La clave para que puedan contarlo está en la lucidez para alertar al servicio de emergencias 112 y en la rapidez con la que acudieron a socorrer al matrimonio las Fuerzas de Seguridad, justo tras recibir el aviso.

¿Cómo ocurrieron los hechos? Poco antes de las diez de la mañana los dos afectados regresaron a su domicilio, al parecer después de estar horas fuera. La presencia del peligroso gas, de inmediato, los apabulló. La esposa quedó inconsciente, aunque el marido, pese a quedar debilitado, fue capaz de llamar al 112. Se movilizó a la Guardia Civil, la Policía Local los Bomberos, que tuvieron que romper una ventana para acceder al inmueble. Todo estaba en orden, pero en la planta de arriba encontraron a los cónyuges. Los profesionales sanitarios trasladaron a ambos en ambulancia hasta el servicio de Urgencias del hospital de alta resolución de Alcalá la Real. Unos minutos más expuestos a la letal sustancia gaseosa y la vida de los dos habría peligrado.

Sin embargo, a la postre, el hombre y la mujer no fueron los únicos afectados. Después, los dos agentes del Instituto Armado que habían participado en las labores de rescate se sintieron indispuestos y con vómitos, debido a la inhalación del CO en el lugar. Según las fuentes, recibieron asistencia en el centro y se les realizó pruebas. Ayer tanto los guardias civiles como los dos propietarios, que en un principio se encontraban en un estado mucho peor que el de los agentes, recibieron el alta.

El asunto se encuentra bajo investigación. Sin embargo, todo apunta a que el origen del monóxido de carbono estaba en un generador, que utiliza gasolina, y se encuentra ubicado en la parte baja de la vivienda. Dispositivos de este tipo se utilizan para su activación cuando hay un corte del suministro eléctrico y, en ocasiones, para achicar agua si ocurren inundaciones. La hipótesis más probable es que los gases resultantes de la combustión acabaran repartidos por toda la casa, con una alta concentración y cogieran desprevenidos a los dueños de la casa, que volvieron al lugar tras estar fuera.

El CO es un gas letal y que puede causar una muerte silenciosa, ya que también es inodoro e invisible. La intoxicación llega cuando se acumula en el torrente sanguíneo, pues sustituye al oxígeno en los glóbulos. Con frecuencia, este tipo de incidentes se debe a problemas de ventilación. Los síntomas de la presencia de monóxido de carbono son dolor de cabeza, mareos, debilidad, náuseas y vómitos, sensación de asfixia, visión borrosa, pérdida de conocimiento y desorientación. Aparte de ocasionar un grave impacto en los tejidos, hay casos en los que se genera un daño cerebral irreversible y, en casos extremos, el fallecimiento. Si la persona afectada se encuentra dormida cuando le llega el monóxido del carbono puede morir sin percatarse.

Alcalá