Problemas sanitarios bajo la lupa en Alcalá la Real

Los socialistas pidieron, hace semanas, un pleno extraordinario monográfico sobre la complicada situación actual de la sanidad. La sesión se celebró al término de la de carácter ordinario. El debate se liquidó en menos de media hora y no hubo ni siquiera votación. La iniciativa se tradujo en reproches cruzados entre el PSOE y los socios del PP y Ciudadanos, que también lo son dentro del Ejecutivo de la Junta de Andalucía.

La edil socialista Inés Arco fue la encargada de defender la postura de su grupo. Ante los problemas, llegó a decir que el sistema “parece un hospital robado”. También afeó la postura del consejero Jesús Aguirre y su supuesta falta de apuesta por el modelo de sanidad pública. En su exposición, Arco, instó al Ayuntamiento a que elevara al Gobierno autonómico peticiones para la cobertura total de la plantilla de Atención Primaria, para dar un servicio de calidad en Alcalá y sus aldeas; a cubrir las cuatro plazas de pediatra contempladas en el municipio, más otro de Urgencias; que los consultorios rurales estén cubiertos al 100%; que se mantengan los especialistas en el hospital de alta resolución y se cubran todas las especialidades —de manera que se amplíe la cartera de servicios—; que se implante la especialidad de Psiquiatría y Psicología Infantil; que se evite la privatización de la fundación de integración a personas con enfermedad mental Faisem, y que no se deriven hacia clínicas privadas pruebas diagnósticas que puedan efectuarse en el propio hospital alcalaíno. Aseveró que el supuesto retroceso se da pese a que el Gobierno central facilita más recursos económicos que nunca. Por ello, reclamó soluciones para las deficiencias, que en su opinión, hay.

Desde Cs, su portavoz, Ángel Montoro, subrayó que el Ayuntamiento carece de competencias en materia sanitaria. También criticó que el PSOE no apoyó los presupuestos de la Junta para 2022, que incluían un refuerzo en dotación de personal sanitario. Abogó por el realismo, de manera que aceptó la saturación en Atención Primaria, aunque dejó claro que se debe a la pandemia.

Por otro lado, Juan Manuel Marchal defendió la postura de los populares. Aseguró que no resulta serio que el PSOE llegara con sus propuestas solo unos minutos antes del pleno. Habló, incluso, de “campaña de desprestigio” hacia la sanidad andaluza y echó mano de los recortes de la época socialista. Hizo una relación de la gestión en la presente etapa de la Junta. Se refirió al proyecto de nuevo centro de salud junto a la estación de autobuses, la integración del hospital dentro en el sistema del Servicio Andaluz de Salud, las inversiones en el citado inmueble y los consultorios, la mayor estabilidad en los contratos y la convocatoria de plazas. “Traigan el trabajo hecho”, dijo en referencia a los ediles del PSOE. Sobre el pediatra de Urgencias, les indicó que habían tenido mucho tiempo para implantarlo. Por otro ello, instó a “arrimar el hombro y buscar soluciones”, más allá de “consejos de alcaldes partidistas”. A su juicio, parece una broma que alcaldes usen la sexta ola, en la línea de “juego sucio que plantean sus superiores”, en vez de colaborar con otras administraciones. En la recta final de la sesión, el alcalde, Marino Aguilera, reprochó a los socialistas que la petición del pleno no incluía orden del día ni motivación, además de destacar el coste que tenía la realización del mencionado pleno, 4.000 euros.