Preocupación en La Rábita por la mortandad de gatos

El fallecimiento de los felinos se achaca a los efectos de un brote de parvovirus

11 abr 2021 / 17:46 H.
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La aldea de La Rábita es el origen, desde hace unos días, de un foco de covid-19 que, según las estimaciones, ha afectado a alrededor de cuarenta vecinos y que es la causa, incluso, de alguna defunción. La situación coincide en el tiempo con las consecuencia de otro virus, con el que no guarda relación alguna, al que se atribuye la muerte de numerosos gatos.

Según fuentes vecinales, desde hace alrededor de dos semanas, son constantes los fallecimientos de los felinos. Detallan que la situación está localizada, principalmente, en la parte alta de este núcleo urbano, situado en Alcalá la Real, aunque con una parte en los términos de Alcaudete y Priego de Córdoba. En principio, todo apunta a que el origen está en una epidemia de parvovirus, con pérdidas a diario de ejemplares, hasta el punto de que la población se ha reducido de una forma drástica. Así lo han corroborado los veterinarios en los casos en los que los dueños han llevado a los animales. Sin embargo, otros rabiteños tienen dudas, ya que se han detectado que, antes de perecer, algunos de los animales han echado espuma, lo que, según las sospechas, apuntaría hacia un veneno, al menos en algunas de las muertes. El asunto es motivo de preocupación y de comentarios a través de los grupos de WhatsApp de la pedanía y de las diferentes redes sociales. El pedáneo, Francisco Javier Frías, confirmó que ayer continuaban los fallecimientos, aunque indicó que la causa final no está clara.

El parvovirus felino es una enfermedad relativamente frecuente. Resulta muy contagiosa y suele concluir con un fatal desenlace o con graves secuelas. El contagio es fácil, pues el virus circula por el aire. La solución para evitarlo, sobre todo en ejemplares con un sistema inmunológico deficiente, es la vacunación. Entre las consecuencias, que desencadenan la muerte, está una rápida pérdida de glóbulos blancos en los especímenes infectados de parvovirus.

La enfermedad recibe su nombre del pequeño tamaño del agente que lo ocasiona. El periodo de incubación suele estar comprendido entre tres y seis días, después lo cual los síntomas se incrementan a lo largo de alrededor de una semana, periodo en el que puede acontecer la muerte. Por ello, resulta fundamental la detección rápida de la grave dolencia.

Al interferir en el proceso de división de las células, el parvovirus afecta a la división normal de las células, hasta el punto de que destroza la médula ósea y los intestinos de los gatos. Las consecuencias continúa con el sistema inmunológico, de modo que se pierde la capacidad de respuesta defensiva, a la par que la destrucción de glóbulos rojos genera anemia y una debilidad muy acusada. La limpieza de los utensilios relacionados con el gato es una forma de dificultar posibles contagios. Otro tipo de parvovirus afecta a perros.

Alcalá