Multitudinarias fiestas de la Cruz

La celebración llena el entorno del Juego de Pelota de diversión y alegría

02 may 2016 / 11:15 H.

Alcalaínos y visitantes tomaron con ganas el comienzo de las celebraciones de la Cruz de la Rosa, en la zona del Juego de Pelota, en pleno casco antiguo. Al coincidir con un domingo víspera de otra jornada festiva y ante el tiempo soleado y agradable, el espacio bullía desde mediodía.

Precisamente, a las doce, se lanzaron cohetes y repicaron las campanas de Consolación para anunciar el comienzo de la convocatoria. A la una, las autoridades —encabezadas por el alcalde, Carlos Hinojosa— y la comisión de festejos —con los hermanos, el matrimonio formado por José Marcial Mesas y María José Pareja— procedieron a la inauguración, un momento acompañado de la música de Megabrass y Amigos.

A partir de la una y media actuó la Academia de Baile Merce Puri. A continuación subieron al escenario la cantante Laura Marchal y su grupo, La Cayena. Su música coincidió con la invitación a patatas fritas y a vino de Bodegas Campoameno. El guiso de la jornada fue una secretaria preparada por Manuel López, “Pipirrana”. Este año, los almuerzos son en el bajo de la familia Barrio. Según explica Mesas, la comida estaba “deliciosa” y fue tal la demanda que se agotó. Por la tarde, los más pequeños disfrutaron de los juegos y de un hinchable. El alumbrado se encendió a partir de las ocho y media de la tarde y también se prendió la tradicional hoguera.

La noche supuso un repunte en la afluencia de público. La verbena corrió a cargo de la Orquesta Birmania y el Trío Alalba, que permanecieron sobre el escenario hasta prácticamente la madrugada. Los chiringuitos instalados en la vía pública y en las cocheras y locales de la zona estuvieron repletos. La juventud tuvo un protagonismo especial en una de las celebraciones más populares. La programación continúa hoy y mañana con múltiples actividades.

El Ayuntamiento ha publicado un bando en el que anuncia su compromiso por velar por el orden y la seguridad y por compaginar la diversión y el derecho al descanso. El documento detalla los requisitos organizativos. Las autoridades permiten que la fiesta dure, los dos primeros días, hasta las cinco de la mañana y el último hasta las tres. También se obliga a mantener la limpieza en los chiringuitos y su entorno, con multas para los incumplidores de hasta 750 euros. A estos locales provisionales se les obliga a usar vasos de plástico y a tener un extintor y se les prohíbe comercializar cubalitros y litronas. La música se cortará a las cuatro de la madrugada, salvo el último día, cuando el límite estará en las dos. La Policía vigila el cumplimiento.