Más de 120.000 euros para poner en marcha La Trinidad
Procesos de licitación previos a la apertura definitiva del amplio edificio
El alcalde, Carlos Hinojosa, anunció, hace unas semanas, que el edificio de La Trinidad —con un coste que rondó los 1,5 millones sufragados por la iniciativa Urbana II— estará totalmente operativo para antes del verano de 2017. En esta línea, el Ayuntamiento comienza el proceso para adjudicar los equipamientos.
Ya hay en licitación dos convocatorias, por un importe conjunto superior a 120.000 euros, aunque el coste se reducirá sensiblemente cuando las empresas presenten ofertas. Por un lado, se oferta el suministro de contenidos audiovisuales para la tematización del complejo. En segundo lugar, la Administración local pretende contratar el suministro de equipamiento técnico para audiovisuales y ejecución expositiva. El importe será igual o inferior a 59.000 euros más el IVA en ambas convocatorias. En los dos casos, los pliegos de cláusulas administrativas aprobados por la junta de Gobierno local tuvieron que ser rectificados después de que se detectaran errores. La intención del Ayuntamiento es que los gastos puedan ser sufragados con cargos a la Estrategia de Desarrollo Urbano, Sostenible e Integrado (Edusi), sufragada con fondos europeos del Feder.
El plazo de presentación de solicitudes concluyó, en las dos licitaciones, el pasado 12 de diciembre. En lo que atañe al suministro de audiovisuales, se da a la compañía que resulte adjudicataria un plazo de dos meses para la entrega. El material será el resultado de un equipo técnico formado por un director, un guionista y un director de fotografía. Los criterios determinantes para la elección son el guion y el mensaje del audiovisual, el tiempo de ejecución y el precio. En el pliego del equipamiento, se fijan como elementos fundamentales para la adjudicación, la solución técnica, las mejoras, el tiempo de ejecución y el precio de la oferta concreta.
El tema central de los audiovisuales —seis piezas de entre doce y veinte minutos— es la vida y los trabajos diarios en el antiguo convento de la Trinidad, en los siglos XVI y XVII. Dos personajes repasarán la historia, las relaciones con el pueblo y la Iglesia y su financiación. Las cláusulas estipulan que deben engarzarse anécdotas sobre la comunidad religiosa.