Hacia el altar en una película

Estudio Creativo está entre las empresas que innovan en el sector nupcial

19 may 2016 / 11:30 H.

La boda es un momento irrepetible en la vida. Por eso los contrayentes, a la hora de contratar los reportajes nupciales, quieren algo especial. En un sector con mucha competencia, la empresas tienen que innovar, para satisfacer los deseos de su clientela.

Un ejemplo es Estudio Creativo, el proyecto que pilotan, desde un local de la Avenida de Andalucía, José Luis Álvarez y Elisabeth Pérez. Su concepción de los vídeos va más allá de las típicas imágenes en La Mota y otros lugares representativos del municipio. “Hacemos una mezcla entre lo cinematográfico y el documental. La gente quiere algo diferente, más creativo. Por eso hacemos una película con la historia de la pareja”, explica Elisabeth Pérez, quien tiene formación fílmica.

Dentro de esta línea, están en boga los reportajes de preboda, unas piezas de siete u ocho minutos que se proyectan en el salón del convite, justo entre la copa de espera y la llegada de los novios. “La idea es que los invitados se rían. La frescura y la naturalidad del reportaje hacen que los comensales se animen y da más emoción al acto social. También es una atención de quienes acaban de casarse hacia los invitados”, manifiesta José Luis Álvarez.

La preparación del audiovisual de preboda supone un trabajo arduo. Es el caso del matrimonio formado por los alcalaínos Matías López y María Mesa, quienes pasaron por la vicaría el pasado sábado. El vídeo de preboda se grabó meses atrás, con imágenes tomadas a lo largo de un día entero. Álvarez y Pérez se desplazaron con los novios hasta las ciudades de Jaén y Granada. En la primera, se visitaron lugares como el casco antiguo o el Burger King próximo al polígono Los Olivares. El ambiente era tan informal que los actuales cónyuges combinaban el traje nupcial con zapatillas de deportes. Además, se relata una historia desde que amanece y se presentan las aficiones de la pareja, como, por ejemplo, salir a correr. En el caso de la capital de la Alhambra, los prometidos fueron grabados en el interior de la discoteca Mae West. Después llegó la labor de edición y la incorporación de música. “Resulta complicado elegir una canción que se adapte”, precisa Elisabeth Pérez, que está satisfecha con el resultado dinámico.

Cada reportaje es único, porque se adapta a la personalidad y las preferencias de los novios. Después de escucharlos, los profesionales de la imagen dan forma a un relato en el que se incorporan, con frecuencia, los testimonios de los familiares y los amigos. “Todo el mundo en el salón ya sabe cómo se conocieron los novios. El objetivo de la proyección es mostrarlos como son y que afloren las emociones”, agrega José Luis Álvarez. Aparte de los reportajes grabados antes y durante la boda, también son cada vez más frecuentes los de posboda. Todo el proceso está planificado y, por ello, es necesario hacer el encargo con bastante antelación. Por ejemplo, en Estudio Creativo ya se reciben los trabajos nupciales de 2017.