Dos olmos sobreviven a la plaga de la grafiosis

Los árboles, que dan nombre al Paseo de los Álamos, no han aguantado el ataque sufrido la pasada década

09 ago 2018 / 16:00 H.

El poeta Gerardo Diego usó la expresión “surtidor de sombra”. Se refería al famoso ciprés de Silos, pero podría aplicarse hasta hace algo más de una década al Paseo de los Álamos. Los centenarios árboles que le dan nombre, olmos de la variedad autóctona “Ulmus minor”, creaban un microclima que hacían especial al principal parque de Alcalá.

Todos los ejemplares, menos dos han perecido, pese a los esfuerzos del Ayuntamiento, ante la virulenta enfermedad denominada grafiosis, consistente en un agresivo hongo portado por una pequeña especie de escarabajo. El par de ejemplares que queda se localiza en el centro de la zona verde, a solo unos metros del bar El Parque. Los demás se convirtieron en leña, salvo algunos que se ubicaron en zonas verdes —alguno sigue en el Paseo de los Álamos con su tronco inerte y plantas trepadoras alrededor— y en rotondas como la denominada popularmente de los “Teletubbies” o la ubicada enfrente de hospital de alta resolución. La resistencia del par de supervivientes a la grafiosis puede deberse a unas características especiales. Por ello, vecinos de municipio piden que se estudien estas características para preservar el material genético y analizar la posible multiplicación mediante esquejes que preserven una de las señas de identidad locales. Una de las ventajas del “álamo negro” es su crecimiento rápido de joven. Los ciudadanos llaman la atención del amarilleamiento y la defoliación patentes de los plátanos de sombra —un árbol muy negativo para los alérgicos— plantados en sustitución de los olmos. En cambio los almeces del lateral contiguo al aparcamiento subterráneo sí prosperan con vigor, mientras que los castaños de Indias de la parte ubicada frente a la SAFA se han recuperado después de encontrarse casi secos el año pasado.