Diálogo de sordos en la izquierda

Que en las elecciones municipales previstas dentro de poco más de un año y medio haya una lista unitaria de izquierdas alternativa al PSOE no está, ni mucho menos, claro. Esa es la lectura que puede hacerse de la prolija reunión entre ambos proyectos políticos celebrada en Mures —concretamente en el bajo del centro social, el simbólico lugar que protagonizó un enfrentamiento entre la entidad local autónoma y el Ayuntamiento alcalaíno, con denuncia penal incluida—.

Podemos convocó la primera asamblea de la “nueva etapa” del círculo en el municipio, ocasión para la cual invitó a todos los mureños y representantes de Izquierda Unida. El partido morado alteró el orden del día previsto para debatir, en un primer momento, el meollo del encuentro, la posible confluencia con IU que dé continuidad al trabajo conjunto comenzado recientemente en la aldea de La Rábita.

Ambas partes expresaron por crear lo que, en palabras de la portavoz de IU, Rafaela López, supondría un “bloque social” en el que se adhieran también colectivos sociales. Sin embargo, durante más de una hora y media la reunión avanzó entre constantes disquisiciones. Entre los dimes y diretes, la intención de remitir documentos políticos sobre la unidad de acción entre los dos grupos políticos. López destacó su vocación municipalista frente a las jerarquías partidistas. A pesar de los intentos de una representante de Podemos llegada desde Jaén no se consiguió claridad en el diálogo. En esta línea, miembros de las dos partes subrayaron la importancia de poner en valor lo que une por encima de las diferencias. No obstante, los responsables también dejaron claro que se mantendrán las estructuras de cada partido, de manera que no haya una fusión. Como mucho, se esbozó una especie de órgano de coordinación o comisión con integrantes de las dos fuerzas presentes en la sala.

En un momento, dado, un integrante de Podemos residente en Mures reprochó lo ocurrido en 2015 cuando, a pesar de que había una lista de unidad con representantes de Izquierda Unida y miembros y simpatizantes de la opción política de Pablo Iglesias, este proyecto no salió adelante. De hecho, finalmente solo se presentó IU, con Rafaela López de candidata a alcaldesa de Alcalá la Real. La concejal destacó que lleva siete años de trabajo y subrayó el esfuerzo que a su juicio supone la preparación de vídeos y las publicaciones en las redes sociales.

El residente en La Rábita Rafael Rodríguez y miembro del círculo intentó reconducir el asunto con el argumento de que hay que dejar atrás el pasado y mirar hacia adelante. Finalmente, después de alrededor de una hora y media de tira y afloja, de las veinte personas que llegó a haber, se produjo un goteo, hasta que, cuando aún no se habían definido con exactitud los acuerdos, salieron también Rafaela López y su esposo, el también edil de IU Francisco García. Una vez en el exterior López mostró su malestar por la presencia de medios de comunicación y manifestó que no deseaba que se publicaran su imagen ni su nombre.

Tras la marcha de Izquierda Unida, el círculo morado continuó con su reunión. El proyecto morado en Alcalá la Real se remonta al verano de 2014. Comenzó con varias asambleas en la Casa de la Juventud y el Paseo —una de las cuales estuvo empañada por una pelea entre dos personas ajenas a Podemos—. Tras la imposibilidad de estar en las municipales de 2015, se produjeron varias deserciones de militantes.