Al filo pero con sello de la tierra

Los vecinos repasan las últimas cuatro décadas de la historia de Siles

18 ene 2019 / 12:02 H.

Para deleitarse con los atractivos con los que cuenta Segura de la Sierra es preciso pasar por un municipio que supone el inicio de la aventura serrana. Este lugar de fríos inviernos y frescos veranos ofrece un perfecto resumen de la vida en la serranía. Con edificios que aguardan calor y buenas leñas en los hogares, los vecinos no se dejan intimidar por las temperaturas. Están aquellos que van y vienen del trabajo con alguna parada para tomar un buen desayuno, los que entran y salen del Ayuntamiento para hacer sus “mandados”. También hay comerciantes, como Daniel Guillén que gestiona galerías Maza desde hace más de veinte años y que ha sido testigo de la gran transformación del municipio del que asegura “es inevitable enamorarse”. Y, por supuesto, no faltan las que se han convertido en uno de los grupos más activos de la ciudadanía, las mujeres.

Ellas, que han luchado por su tierra durante años, disfrutan de algunas de las mejoras que han ido llegando a la Puerta en estas décadas mientras comparten su día a día. Eso sí, no tienen repartos en comentarle al alcalde, Jesús Cózar, o al concejal de Obras, Juan Ramón Collado, algunas ideas para mejorar calles y rincones del pueblo porque ahí reside la magia de la Puerta de Segura, son todos iguales y por tanto, luchan unidos para prosperar hacia un futuro cada vez mejor.

Siles comparte con otros municipios de la comarca el demandado parque natural de Segura por lo que tienen en común la belleza y las frescas temperaturas del invierno. Por ello cuando su alcalde, Francisco Javier Bermúdez, se dispone a recorrer algunas zonas de su pueblo, tales como el hogar del jubilado, rápidamente pregunta a sus usuarios si se encuentran bien y si necesitan más horas de calor. Lo comentan mientras repasan los ejemplares y las fotografías antiguas de Siles gracias a la iniciativa de Diario JAÉN en colaboración con la Diputación, cuyo objetivo es llegar a cada rincón de la provincia y repasar, entre todos, estas últimas cuatro décadas de historia.

Todos ellos concluyen en lo mucho que han visto mejorar el municipio. También lo ratifican en el mercado donde se entrelazan vecinos que van a comprar y aquellos que los esperan desde sus comercios. Son los mismos que no tienen reparos en atender a cualquier visitante para explicarles cualquier duda o comentar con el regidor las últimas novedades sobre el mercado, que pronto disfrutará de estufas nuevas. Algunos reconocen espacios que, actualmente, han sido restaurados y recuerdan alguna que otra “batalla”. Es ahí donde se asienta la grandeza de unas gentes que residen en un municipio al filo de la provincia pero con sello jiennense, ese que demuestra que la mejor bandera es la de la humildad.