Roban más de 5.000 kilos de aceituna

Tres agricultores con fincas entre el Bulevar y Los Olivares sufren otro “golpe” por parte de una “cuadrilla” de cacos

24 nov 2016 / 13:00 H.

Otro robo de aceituna. Hasta ayer, no se pudo pasar a la finca para comprobar sobre el terreno el duro “palo” que se han llevado tres agricultores de la capital. Desde el lunes por la mañana, alguno ya sospechaba que sus olivos habían sufrido un asalto. Sin embargo, la lluvia y el barro hacían imposible hacer el “catálogo” de daños, que se acabó ayer.

Tres fincas muy cercanas al Bulevar y al Polígono de Los Olivares sufrieron otro robo de aceituna. Hay tres agricultores afectados. “Dos han puesto la denuncia en la Comisaría de la Policía Nacional. En cambio, el otro no ha acudido. Está muy enfadado y cree que servirá para poco”, manifiesta un olivarero que ha sido víctima de los robos. Calculan que han saqueado alrededor de 70 olivos, por lo que estiman que se llevaron —en una sola noche— más de 5.000 kilogramos de aceituna. Si se tiene en cuenta que el fruto se paga a unos 60 céntimos por kilo, estos tres agricultores han perdido alrededor de 3.000 euros en una sola noche. “Te pasa esto y te desmoralizas. Llevas todo el año cuidando la aceituna, abonando y podando. Encima, ahora tenemos que preparar dinero para poner unas tuberías. Sin embargo, vienen por la noche y se llevan lo que te ha costado tantos días conseguir”, afirma un agricultor. Una de las parcelas está al lado del Bulevar, mientras que las otras se ubican al lado de Los Olivares —muy cerca de la gasolinera—. Una vez más, los agricultores tienen claro que se trata de una cuadrilla organizada y señalan que posiblemente sea la misma que ya ha “visitado” otras fincas.

Doce o quince personas. Los olivareros están seguros de que participan muchas personas en los robos, ya que, si no fuera así, resultaría imposible coger tanta cantidad de fruto como llegan a conseguir. “Es gente que se encuentra organizada. Vienen con varas, furgonetas y tienen intermediarios que les sirven para colocar lo que roban en la fábrica”, afirma uno de los agricultores afectados por los robos. Asimismo, continúa: “Dos personas cogemos en seis horas de trabajo con maquinaria alrededor de mil kilos. Esta gente viene de noche, a oscuras y casi sin hacer ruido y son capaces de andar 70 olivos y cargar más de 5.000 kilos. Está bien claro que son muchos porque no sería posible de otra manera”.

Los olivareros afectados afirman que se han reunido con la Policía Nacional y que han contactado con el subdelegado del Gobierno de España, Juan Lillo. “Sí que vemos más patrullas por aquí. De hecho, el otro día estaba en el campo y se pararon dos policías conmigo. Me preguntaron si era mío el campo y eso. No obstante, la realidad es que se siguen llevando nuestra aceituna. Está claro que el problema que tenemos no es chico. Muchos estamos deseando de que deje de llover y comenzar a coger la aceituna. Así, al menos, algo llevas al molino, aunque pierdan mucha rentabilidad porque los rendimientos que hay ahora todavía no son los más apropiados”, narra un agricultor.

Los agricultores no entienden cómo es posible que se robe y que nadie los vea. “No es fácil coger, transportar y vender 5.000 kilos de aceituna. Vienen preparados con varas, fardos o, incluso, colchas. Esto conlleva una intendencia, unos movimientos por la zona y unos preparativos. Pero, la realidad es que lo hacen y ni los pillan, ni nadie ve nada”, concluye.

Las Patrullas continúan en los olivares

Anoche, una vez más, algunos agricultores estuvieron hasta casi el amanecer en su finca. “Hemos quedado unos cuantos. Nos daremos una vuelta, nos meteremos en los coches y, de vez en cuando, saldremos a escuchar. En el silencio, si dan palos a los olivos se escuchan. Yo, al menos, no voy a consentir que se lleven mis aceitunas. Por eso, no me queda otra que irme a la finca para esperar”, cuenta un agricultor.

Miedo a la “cuadrilla pirata”

Los olivareros se van a las fincas para proteger su aceituna. Sin embargo, en realidad, tienen miedo a encontrarse con la “cuadrilla pirata” que les roba. “Los ves y qué haces. Llamas a la Policía, claro. Pero, sientes tanta rabia e impotencia que no sé qué pasaría si los coges con las manos en la masa”, manifiesta un agricultor. El último robo hace que incrementen todavía más las medidas de control para intentar proteger el fruto de su trabajo.