El castillo de Alcaudete, elegido uno los 5 españoles salidos de un cuento infantil

06 feb 2018 / 10:07 H.

El Castillo Calatravo de Alcaudete ha sido elegido por la web sobre turismo “España Fascinante” como uno de los cinco castillos españoles salidos de un cuento infantil. En este sentido, la publicación digital que indica: “Hay castillos españoles de cuento que parecen salidos de las páginas que leíamos de pequeños. En España encontramos ejemplos de fortalezas perfectas, grandes torreones, almenas... A los que solo les falta estar habitados por una princesa y un dragón”. En el caso de la la fortaleza jiennense destaca que “tiene un halo de magia que engancha. Originalmente construido por los árabes, fue reconquistado en 1246 y se adjudicó a la Orden Militar de Calatrava. Actualmente se ha convertido en un espacio turístico-cultural que alberga el Centro de Interpretación sobre la vida de la Orden de Calatrava”.

Junto con el castillo alcaudetense, se encuentran en la lista el Alcázar de Segovia, el Castillo de Olite, el Castillo de Peñíscola y el Castillo de Manzanares el Real.

Historia del Castillo de Alcaudete

Es uno de los máximos ejemplos del poder que, en la Edad Media, alcanzó la Orden de Calatrava, a la que el Rey Fernando III el Santo encomendó la protección de la frontera occidental del reino de Jaén frente al reino nazarí de Granada. El castillo, uno de los mejor restaurados de España, cuenta con un centro de interpretación dedicado a su evolución histórica y, en especial, a la etapa que estuvo ocupado por los monjes-guerreros.

Una buena forma de conocer el castillo de Alcaudete puede ser participar en alguna de las cenas o almuerzos medievales o en las recreaciones históricas y visitas teatralizadas que organiza y ofrece la empresa de gestión turística local en colaboración con el ayuntamiento y otras entidades. De este modo, ataviados con los trajes de la época y de la mano de algunos de los ilustres personajes que habitaron entre sus muros, conoceremos la historia de esta imponente e inexpugnable fortificación. En cualquier caso, siempre podremos optar por la clásica visita al recinto (accesible, además, para personas con movilidad reducida) y recorrer el Centro de Interpretación de la Orden Militar de Calatrava, en el que, por ejemplo, veremos las armas y máquinas de guerra que empleaban los monjes en sus incursiones o conoceremos cómo era su vida en el interior del castillo.

Entre los siglos XIII y XIV, Alcaudete se convierte en un enclave de vital importancia dentro de la frontera con el reino nazarí de Granada. De hecho, la pugna entre musulmanes y cristianos por hacerse con tan codiciada plaza fue una constante, aún después de la batalla de las Navas de Tolosa. Finalmente, se encarga a esta orden militar el control y la defensa de la frontera occidental del Reino de Jaén y serán los monjes calatravos los que levanten este castillo sobre la base del antiguo fortín árabe. Desde aquí se abastecerán y saldrán las tropas que van a participar en incursiones en territorio musulmán y aquí volverán también en busca de resguardo y aposento.

La Orden de Calatrava reforzará el carácter defensivo de la plaza para tratar de hacerla lo más inexpugnable e inaccesible posible y para adecuarla a las nuevas estrategias de combate, dado el incipiente uso de la artillería (por ejemplo, redondeando las esquinas en algunas de sus torres). De la antigua fortaleza islámica utilizarán sus defensas como antemuro o falsabraga, es decir, una muralla más baja que la principal, que se levanta delante de ésta y que aún se conserva.

Los monjes mantienen dos de las tres puertas que en la etapa árabe daban acceso al recinto: la puerta principal, en la zona norte, defendida por dos torres, y la poterna o puerta falsa, situada en el extremo sureste, de tamaño más reducido y protegida también por una torre conocida como la Torre del Reloj.

Una vez dentro del recinto, el aspecto del castillo de Alcaudete es muy similar al que tendría hace ocho siglos. El minucioso trabajo de restauración llevado a cabo ha hecho posible que buena parte de las edificaciones y estructuras de la fortaleza hayan recuperado el aspecto que debieron tener entonces. El recinto cuenta con tres aljibes, sobre uno de ellos, el ubicado junto a la puerta principal, se sitúa el cuerpo de guardia, encargado de controlar el acceso al castillo y comunicado directamente con el adarve de los lienzos de la muralla. Llamados también caminos de ronda, estos pasillos eran solo frecuentados por la guardia que, de este modo, podía recorrer todo el recinto y acceder a las seis torres que lo defendían. El de Alcaudete es uno de los castillos donde mejor se puede apreciar este tipo de estructura.