Vuelta al tajo

La fotografía que acompaña a este texto, sacada de las redes sociales, ejemplifica el regreso al tajo de los representantes políticos. El caso del bedmarense Juan Francisco Serrano es, sin lugar a dudas, especialmente particular, porque el parlamentario nacional socialista se incorpora al Congreso de los Diputados después de su luna de miel. Termina el periodo de descanso por antonomasia y, aunque es habitual que los partidos tiendan a evitar la imagen del “cerrado por vacaciones”, es evidente que todo estuvo a medio gas en agosto, un mes atípico en Andalucía este año por obra y gracia de unas elecciones autonómicas que tienen el panorama todavía algo revuelto. Los retos en el estreno de septiembre significan un duro final de etapa hacia otras dos citas con las urnas, las municipales y las generales, a la vuelta de la esquina. La configuración de los equipos en la comunidad andaluza y la confección de las candidaturas marcarán la vuelta a la realidad de quienes manejan los hilos de lo público.

El que se avecina será un otoño caliente, como letargo de un verano con temperaturas más altas de lo normal. Es comprensible que la clase política, como el común de los mortales, reponga las pilas para afrontar lo habido y por haber en un momento de especial dificultad con la seria amenaza de una crisis económica sin parangón derivada de factores variopintos. La Junta de Andalucía fue la Administración en la que sus representantes tardaron más tiempo en hacer las maletas por motivos obvios. El Gobierno de Juanma Moreno celebró su última reunión el 11 de agosto después de convocar, en cinco ocasiones, a sus nuevos consejeros en apenas quince días, un tiempo récord que quedó advertido por el propio presidente cuando anunció su intención de otorgar a los suyos plenos poderes lo antes posible. Ni que decir tiene que ayudó en la celeridad una mayoría absoluta histórica que le permitió aligerar el paso para conformar su nuevo gabinete y echarlo a andar. Desde el día de las urnas a la investidura pasaron un mes y dos días y, en menos de una semana desde ese momento, se celebró la primera reunión del nuevo equipo de Gobierno, con trece consejerías. El trabajo se alargó más que nunca. A partir de hoy empieza lo bueno. Tanto en el Partido Popular como en Ciudadanos están pendientes del desarrollo del organigrama de la Junta en su administración territorial. Las vacaciones más cortas de un presidente andaluz terminaron y, ahora, comienza lo mejor. Urge el nombramiento de los delegados provinciales y la recomposición de un puzle en el que todos esperan antes de tomar la decisión más acertada para el presente y el futuro.

La situación no es comparable a Madrid, pero hay muchas aristas que coinciden. Sin freno, el Gobierno se prepara para encarar la recta final de la legislatura antes de la convocatoria de elecciones generales en diciembre de 2023 con una estrategia que buscará multiplicar la presencia de ministros así como apurar la agenda legislativa que tiene comprometida tanto con Unidas Podemos como con los aliados de investidura. En lo que va de año, Pedro Sánchez ha aprobado más de veinte leyes y una docena de decretos y tiene pendiente la aprobación final de más de cincuenta proyectos de ley. La semana pasada se celebró el primer Consejo de Ministros después de veinte días de paréntesis con los teléfonos móviles de guardia. Quedan por delante dieciséis meses de vértigo en los que el Partido Socialista y Unidas Podemos se juegan su continuidad en La Moncloa ante la alternativa creciente en las encuestas de un Partido Popular en alza con Alberto Núñez Feijóo a la cabeza. Duro regreso al tajo.

Su objetivo no está, precisamente, en los ayuntamientos, sino en las administraciones en las que se cuecen los grandes proyectos, donde se maneja el dinero para repartir e invertir en iniciativas que mejoren la vida de los ciudadanos. Sin embargo, Jaén Merece Más preparará candidaturas en todos los pueblos y ciudades de la provincia en las que sea posible y, además, haya reales posibilidades de conseguir rascar votos al resto de fuerzas políticas. Septiembre será clave para decidir el quién es quién en cada territorio, una cuestión nada fácil después del trabajo que costó “coser” la coalición con Levanta Jaén y confeccionar una lista en la que la principal complejidad estuvo en encontrar mujeres. Alta costura que, a partir de ahora, se pone en práctica para llegar a las elecciones municipales con la fortaleza de los resultados conseguidos en la capital, donde la extrapolación de votos de las autonómicas a unos comicios locales da a Jaén Merece Más cinco escaños. Cierto que poco tiene que ver el tocino con la velocidad, que no es lo mismo votar a un presidente de la Junta de Andalucía que a un alcalde, pero lo vivido sirve para la mochila de la experiencia en el estreno de la política. Pronto saldrán las caras a relucir.

La petición de indulto del expresidente de la Junta de Andalucía José Antonio Griñán, por su condena en el caso de los ERE, corre como la pólvora en mensajes telefónicos procedentes de militantes socialistas jiennenses de base. Dice textualmente: “La familia de Pepe Griñán, su mujer y sus hijos, van a solicitar el indulto y han pedido que algunas personas, si lo tienen a bien, se adhieran. Te lo planteo sin compromiso ninguno. Solamente necesito tu DNI. Y entiendo cualquier decisión que tomes, faltaría. Sé lo delicado del tema en cuestión”. Así se plantea una solicitud personal que levanta ampollas en la política nacional, porque la cuestión que tiene que dilucidar el Gobierno central, de las mismas siglas del protagonista, no es algo baladí. Significa mucho más que un indulto.