Unidos por una causa
El segundo informe desfavorable para implantar el grado de Ingeniería Biomédica en Granada y Jaén tensiona la relación de la Universidad con la Junta y amenaza con guerra en septiembre
Cuando la Universidad aparece constantemente en las crónicas políticas es porque algo no funciona. El proyecto fallido de implantación del grado de Ingeniería Biomédica en Granada y Jaén es el ejemplo más claro. Hay interpretaciones variadas acerca de una realidad que sirve en bandeja la polémica entre representantes institucionales con ideologías encontradas y ahonda en el discurso del ninguneo hacia una provincia con histórica discriminación y carencias evidentes. Es curioso. Dos rectores nacidos en tierras jiennenses se encuentran en el camino para luchar por un objetivo común en esa búsqueda de la connivencia académica para agrandar el conocimiento en las actuales generaciones de territorios vecinos. Nicolás Ruiz y Pedro Mercado coinciden hasta en los calificativos hacia la acción de la Agencia para la Calidad Científica y Universitaria de Andalucía (Accua). Ambos consideran un “atropello” el segundo informe desfavorable para estrenar carrera el próximo curso.
No convencen los argumentos esgrimidos para rechazar la titulación. Está claro que lo que mal empieza, mal acaba, porque nadie puede cuestionar que la primera resolución llegó a destiempo, con el plazo de preinscripción abierto y las ilusiones intactas. Hubo intentos por enderezar el rumbo de los acontecimientos, con implicación directa del presidente provincial del Partido Popular, Erik Domínguez. Hasta el propio presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, defendió la independencia de los evaluadores en el pleno del Parlamento y, a renglón seguido, se comprometió a implantar Ingeniería Biomédica en septiembre. “Es sencillo de resolver”, subrayó. Sin embargo, dice el refrán que del dicho al hecho hay un gran trecho y, a tenor de las circunstancias, no basta con aprobar la teoría, sino que también importa la práctica, una cuestión de peso, precisamente, en el segundo informe desfavorable que hizo añicos el entusiasmo de las familias que tenían la esperanza de no tener que pagar una universidad privada para que sus hijos, en femenino o en masculino, estudiaran tan novedoso grado. Aquí llega el turno de las interpretaciones. Están los que consideran que tanto Granada como Jaén no hicieron bien los deberes y, ahora, llega el momento de la recuperación. Otros opinan que se trata de una afrenta a la provincia por cuestiones meramente políticas de la que, eso sí, intentarán obtener rendimiento electoral. Y, por supuesto, están los académicos que trabajan en las valoraciones de la Accua y, ante el revuelo mediático, quieren hacer honores a esa independencia que el presidente autonómico, en lugar de alimentar, tiró por tierra en su intervención parlamentaria.
El Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades quiere tomar cartas en el asunto después de esa lavada de manos de la agencia de calidad autonómica y, mientras la pelota sigue de un tejado a otro, serán los rectores de Granada y Jaén los que se vean obligados a meterla en la portería y tomar la decisión de empezar a trabajar para que la implantación del grado, si prospera, no sea en este curso, sino en el siguiente. Agosto será un mes inhábil administrativamente y, en septiembre, además del melón abierto en canal, se abrirá otro más con la Universidad de Jaén como protagonista. No salen las famosas cuentas de la financiación universitaria y Nicolás Ruiz asegura públicamente que tiene dificultades para satisfacer el acuerdo firmado el 8 de abril para garantizar el cumplimiento del modelo económico y de los acuerdos rubricados con los sindicatos en beneficio del personal al servicio de las universidades públicas andaluzas. Retrasos, dilaciones y asfixia son palabras que aparecen en las declaraciones públicas de un dirigente académico con un mandato, el único, en el que no sale de una cuando ya está metido en otra. El comienzo del curso político promete.
Encuentro inesperado entre la Junta y Jaén Merece Más
Jaén Merece Más, que reivindica para el Instituto Municipal de Empleo y Formación —Imefe— la autoría del centro de emprendimiento digital “La Misión”, aprovechó su inauguración para reclamar inversiones al consejero de Presidencia, Antonio Sanz. El presidente, Juan Manuel Camacho, acompañado del coordinador general, José María Mesbailer, y con la vigilancia del concejal Luis García, aprovechó para reclamar aspectos como el necesario impulso para la consecución del Plan de Empleo Extraordinario de siete millones de euros para la provincia de Jaén. Se trata de una iniciativa que fue anunciada por el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, en diciembre en el Parlamento. Otro de los asuntos que pusieron sobre la mesa en ese encuentro inesperado fue la idoneidad de que sean declarados de difícil cobertura los puestos sanitarios de la provincia jiennense, con el fin de aumentar el número de profesionales para contribuir a mermar las listas de espera, tanto en centros de salud como en hospitales. Los sindicatos se unieron la semana pasada, precisamente, para denunciar recortes este verano en la plan de contrataciones del Servicio Andaluz de Salud, crucial para el presente y el futuro.
EN CORTO. División de opiniones en el Partido Popular de Linares
La decisión del Ayuntamiento de Linares de unirse a la petición de indulto al exalcalde Juan Fernández abre un cisma político en el seno interno del Partido Popular de la Ciudad de las Minas. Fueron las únicas siglas que se unieron a una reclamación amparada por la Federación de Vecinos Himilce en un pleno en el que el resto hizo mutis por el foro. Al estar los populares al frente del Gobierno municipal, la propuesta salió adelante, de tal forma que es el Ayuntamiento el que se adhiere a la petición. Hay voces en contra, algunas autorizadas y con cargo público en la Administración autonómica. Dicen las fuentes consultadas que los grupos de WhatsApp estaban que ardían, la semana pasada, cuando se escenificó algo inaudito.