Un concejal atípico
Es habitual que acuda a las reuniones con su hija en brazos y que se desplace por la ciudad en patinete eléctrico con un casco que lleva impreso “Yo amo a Jaén”. Así es Luis García Millán
Llegó en patinete eléctrico y la lluvia le obligó a plegarlo, aparcando esa política de gestos a la que acostumbra desde que entró en el Ayuntamiento de la capital. Luis García Millán, concejal de Jaén Merece Más, acudió al desayuno informativo de los 100 días del alcalde de la capital, Julio Millán, con ese singular caminar en un día a día en el que huye de privilegios y de trajes de los domingos. Forma parte de la Santísima Trinidad que sostiene la llave de la gobernabilidad en una institución que empezó mandato con el Partido Popular en la Alcaldía y lo terminará, Dios mediante, con el Partido Socialista. María Espejo y José María Cano son sus compañeros de fatigas en una casa en la que, como en todas, cuecen habas, aunque ya se sabe lo que dice el refranero, que dos no se pelean si uno no quiere. Es curioso. Está en primeras “nupcias” políticas con el mismo dirigente municipal que ofició su boda civil. La vida...
A la Expo 92 de Sevilla fue en la barriga de su madre uno de los ediles más jóvenes que tiene la Corporación Municipal, un ingeniero de Telecomunicaciones que fichó por Podemos para trabajar por la tierra que lo adoptó con apenas cinco años y que, en cuanto constató que las directrices nacionales les relegaban a la dependencia, puso la mirada en la transversalidad y la originalidad de Jaén Merece Más. Lo cierto es que quiso emprender una aventura empresarial después de una estancia en Alemania en la que consiguió un máster y, ante las piedras que encontró en el camino de una provincia que considera suya —es cordobés de nacimiento—, decidió enrolarse en el escuadrón de zapadores de la política para intentar cambiar el rumbo de la vida pública desde la primera trinchera del frente. Concurrió a las elecciones municipales de 2023 como número tres del partido provincialista y, al principio, se encargó de las relaciones con los medios de comunicación y la proyección pública del candidato, Manuel Carlos Vallejo. Terminaron como el rosario de la aurora y, a tenor de las circunstancias, cada uno por su lado.
Hoy forma parte del cuadro de mando del equipo de Gobierno. Es cuarto teniente de alcalde delegado del área de Innovación y Digitalización Administrativa, Nuevas Tecnologías y Transformación Digital, Smart City, Imefe y Escuelas Taller y portavoz de Jaén Merece Más en el Ayuntamiento de la capital. Es, sin lugar a dudas, uno de los ediles más atípicos de todos cuantos se conocen. La cara visible de la ruptura con el Partido Popular, el más crítico con el equipo con el que pactó un acuerdo hecho ahora trizas; es habitual verle en reuniones de calado con su hija en brazos y, en la calle, lo normal es que se desplace en patinete eléctrico y con un casco en el que ha escrito “Yo amo a Jaén”. Su ideología de tecnócrata es la de luchar por su tierra sin más signos políticos que el de la atracción de inversiones para alcanzar la cohesión y el equilibrio territorial.
En su interior perdura todavía el romanticismo del principiante, se ilusiona con proyectos en los que pone todo su empeño y, cuando se cae, se levanta con la velocidad de un atleta. Su historia en esto de lo público comenzó con aquella revolución que supuso para la ciudad el cuento de la base logística del Ejército de Tierra y, aunque tiene sus seguidores y sus detractores dentro de Jaén Merece Más, ocupa un lugar de privilegio en una estructura organizativa en la que hay quienes le ven cada día con más peso, tanto en el presente como en el futuro de una organización en la que se presagian movimientos importantes. Lidiar con sus excentricidades es como el pan nuestro de cada día para quienes están obligados a entenderse con alguien que no tiene dobleces.
Un discurso a la altura de lo que necesitan los jiennenses
El alcalde de Jaén, Julio Millán, protagonizó uno de los desayunos informativos más concurridos de todos los organizados por Diario JAÉN hasta el momento y supo estar a la altura. En sus cien días al frente del Ayuntamiento, optó por un discurso en el que trazó cuál es su proyecto de presente y de futuro para una ciudad en la que quiere marcar un antes y un después. Sin críticas a la oposición, como habitualmente ocurre entre “enemigos” políticos, demostró que no está de paso y que quiere dejar su impronta en forma de inversiones que contribuyan a la transformación social, económica, urbanística y turística. No entró al trapo de la confrontación y habló con ánimo constructivo en todo momento, señal de cambio en una nueva etapa en la que sí importa la experiencia. Jaén centró todas las atenciones en un entorno con un gran poder de convocatoria, donde se notó también que hay grandes expectativas ciudadanas. Y, por supuesto, el Partido Socialista demostró unidad en esta nueva etapa que lidera Juan Latorre. Los tres concejales de Jaén Merece Más acudieron a la cita, toda una declaración de intenciones en la recta final de una legislatura en la que quedan capítulos por escribir. Así sopló Julio Millán sus 48 velas.
Un centro de salud necesario en la capital: La Alameda
n Todo no puede ser negativo. En medio de una marea reivindicativa en la lucha por una mejor sanidad pública, el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, inauguró un centro de salud en un lugar representativo de la capital: La Alameda. Le faltan aparcamientos, sí, pero los jiennenses pueden contar con una infraestructura necesaria para descongestionar la Atención Primaria con dotación humana y material propia del siglo XXI. Cuestión distinta es la estética de un proyecto que, guste o no, genera impacto en la arquitectura jiennense. Aparcada la polémica política, hay que aplaudir los avances y remar en la misma dirección en lugar de poner obstáculos al camino. Así se construye provincia.