Turno de alegaciones

Los tres concejales que abandonaron el equipo de Gobierno en el Ayuntamiento, María Cantos, Miguel Castro y Francisco Díaz presentan un escrito en el que exponen los motivos de su decisión

06 jul 2021 / 16:47 H.

Llegaron los documentos que acreditan que Ciudadanos no quiere cuentas con los tres concejales que abandonaron el equipo de Gobierno por graves desavenencias con el Partido Socialista. La suspensión cautelar de militancia dio paso al inicio de un expediente disciplinario que, aunque conllevará a la expulsión definitiva, tiene su tramitación. María Cantos, Miguel Castro y Francisco Díaz tienen potestad para presentar sus respectivas alegaciones y, una vez redactadas y firmadas por los tres sin una coma diferente, habrá que esperar el plazo reglamentario para que los ediles que dieron la Alcaldía a Julio Millán hace dos años pasen al grupo de los no adscritos en el Ayuntamiento de la capital.

Sirva como inciso que hay posibilidad de que uno no lo haga, pero no porque él no quiera, sino porque es trabajador municipal y, si no cambian las tornas, lo más probable es que se declare la incompatibilidad para frenar su continuidad en el salón de plenos. Se trata de Francisco Díaz, el concejal de aquel audio famoso que hizo temblar los muros de la política en los prolegómenos de una investidura de vértigo. Paréntesis aparte, quince folios de alegaciones tiene en su poder Ciudadanos, el partido que confió su futuro político en la capital a María Cantos y compañía y, a la postre, le dio la espalda. Motivos hay tantas como voces interpretativas de un mismo hecho.

¿Qué alegan los tres concejales? “Desde el inicio del mandato han sido continuos los ninguneos por parte de los socios socialistas hacia el grupo municipal de Cs: falta de convocatoria a actos importantes para la ciudad, recepciones en solitario por parte del alcalde, falta de avisos para asistencias a eventos destacados, inexistencia de respuestas ante demandas relacionadas con la necesidad de personal en concejalías ciudadanas que ponían en riesgo su normal funcionamiento...”. Hay un sinfín: No haber reconocido nunca la portavocía la Junta de Gobierno asumida por María Cantos, la ausencia de despacho dentro del Ayuntamiento, la nula participación en negociaciones entre las administraciones municipal y provincial y, fundamentalmente, el Plan Colce. El escrito de alegaciones deja claro la “difícil relación” de “María Refugio Orozco”, la concejal que continúa en el equipo de Gobierno, con el resto del grupo municipal: “La negativa de contar con personal de confianza del partido extrañó a propios y extraños, causando sorpresa dentro de la agrupación local en aquel momento”. Añade: “La señora Orozco, durante estos dos años, ha estado en la sede del grupo municipal en no más de cuatro o cinco ocasiones... Es tal el desapego de esta concejal con su grupo que muchos trabajadores municipales piensan que es socialista, debido a las trabas que pone desde su área al desarrollo de actividades de concejalías ciudadanas”.

Los ediles alegan también falta de información de las áreas que representa María Orozco con situaciones tan “desagradables” como enterarse de la subida del IBI en mitad de un pleno, en contra del ideario de Ciudadanos. “Han sido continuas las faltas de respecto hacia sus compañeros de grupo municipal en redes sociales, llegando a calificarlos en más de una ocasión de ‘panda’”. El informe añade la negativa de la edil a elaborar los presupuestos y, sobre todo, la desautorización de María Cantos como portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento por parte de la, hasta ahora, compañera de filas. Relata capítulos, con pelos y señales, con los que pretende demostrar graves incumplimientos de los compromisos adquiridos por la fuerza política de Inés Arrimadas y, sobre todo, con la ciudadanía. La documentación, presentada el viernes pasado, detalla todo lo ocurrido desde que anunciaron su salida del Gobierno municipal hasta ahora. No dejan títere con cabeza.