Tiempo de descuento

El jueves se debatirá y aprobará la segunda moción de censura de la historia del Ayuntamiento de Jaén en un partido que, como en el fútbol, hasta que pite el árbitro puede cambiar el resultado

31 dic 2024 / 08:00 H.

El último partido se juega el mismo día 2 de enero, recién estrenado un año con la resaca de un cotillón de sonrisas y lágrimas en la Plaza de Santa María, elegida para dar la campanada para una Andalucía tan diversa en lo social como en lo político. Hasta en el tiempo de descuento puede haber remontada de quienes perdieron el oro y se quedarán con el carbón que tanto pesa en la mochila de unos Reyes Magos que ya no saben discernir entre los buenos y los malos. Está complicado que el Partido Popular, en el último penalti, encaje el balón en la portería contraria y, aunque hay juego, lo cierto es que sus jugadores tuvieron noventa minutos para ganar y, a tenor de los resultados, desaprovecharon el terreno.

El palco será para quienes, en votos, ganaron las elecciones aquel 28 de mayo de 2023 tan lejano en el calendario y, a la vez, tan presente en este extraño invierno. Jaén Merece Más, agitador del tablero municipal, protagonizará su último partido en el otro banquillo, el del Partido Socialista, gracias a una camiseta reversible que le permite estar a la derecha y la izquierda sin más entrenamiento que la práctica del día a día. La afición determinará, en la siguiente temporada, si continúa fiel a un equipo en el que, como en todas las casas, cuecen habas.

El jueves será otro día histórico para la capital. El reducido salón de plenos acogerá el debate y la aprobación de la segunda moción de censura de su historia después de aquella de 1989 en la que los populares de entonces destronaron a los socialistas y, por cierto, en las siguientes elecciones la maniobra les pasó factura. Salvo imprevistos de última hora y cambios de un guion perfectamente escrito, la jugada terminará con el balón hecho añicos de tanto pataleo al aire y un resultado predecible. Julio Millán será, de nuevo, alcalde de Jaén. Lo fue, en la anterior legislatura, con el beneplácito de Ciudadanos y lo será, en la actual, con la bendición de Jaén Merece Más. Agustín González entregará su bastón de mando y se espera de él, mientras un dispositivo de seguridad refuerza la puerta del Ayuntamiento, un discurso de despedida moderado, en positivo y elegante, a pesar de los pesares. Cada uno en su estilo. Lo que ocurra a partir de ese recordado día dependerá de la gestión de esos 14 puntos rubricados entre representantes de dos fuerzas políticas que cualquier ciudadano estaría dispuesto a firmar, lo mismo que aquellas 101 medidas que terminarán en la papelera y, probablemente, sin personal dispuesto al reciclaje. De nada sirven los llantos ni los lamentos después de un año y medio de brindis al sol y esfuerzos inútiles, porque cuando se rompe el amor, de tanto usarlo, resulta misión imposible la condescendencia. Esto ya no tiene más remedio, por más que hubo empeño de frenada. Medidos los tiempos con puntualidad británica, sin causas judiciales ni barreras arquitectónicas, los socialistas abren una nueva etapa en un momento amargo para sus enemigos más íntimos, sorprendidos por una estrategia convertida en un secreto a voces desde que comenzó esta historia.

Empezará de nuevo el mandato municipal, habrá un nuevo equipo de Gobierno, con algún que otro cambio de escaño, y los votantes, resignados, no tendrán más remedio que mantenerse vigilantes, lo mismo que la oposición, cada uno en su papel, cada uno en su terreno de juego, cada uno en la posición desde la que tiene que luchar por el presente y el futuro de esas cuatro letras que, con tantos cambios de portería, quedan relegadas a un segundo plano: Jaén.

Tiempo de descuento

Cada cosa a su tiempo... Hay que esperar al líder socialista nacional

El plazo para formalizar las candidaturas para ser secretario —o secretaria— general del Partido Socialista de Andalucía empezará justo cuando los contenedores de basura estén hasta arriba de los cartones desechados de los juguetes que dejaron los Reyes Magos. Sin embargo, cada vez es más complicado controlar los tiempos en un momento en el que cunde tanto el nerviosismo que hasta la dirección provincial de Jaén se vio obligada, la semana pasada, a enviar un comunicado con un desmentido. Francisco Reyes dejó claro que la Ejecutiva que él dirige no ha respaldado a un aspirante a las hipotéticas primarias antes del próximo cónclave andaluz. Eso sí, en el seno interno de este órgano hubo voces que se mostraron a favor de postural al diputado jiennense Juan Francisco Serrano a un cargo que tampoco es cuestión baladí. El problema es que el líder del partido en España, Pedro Sánchez, todavía no ha abierto la boca para aupar a un hombre o a una mujer en un momento de oposición en Andalucía, por lo que no queda más remedio que esperar y, después, aprobar la maniobra y cerrar filas contra el candidato oficial. Mientras tanto, la única opción que sigue firme sobre la mesa es la de Juan Espadas.

EN CORTO. Manuel Carlos Vallejo celebra su Navidad

No hay que perder de vista, en el entramado de la moción de censura que centrará los informativos nacionales esta semana, que hay quienes aseguran que no hubiese prosperado algo así con Manuel Carlos Vallejo como concejal de Jaén Merece Más. Lo dicen los suyos, que ya no lo son, los del Partido Socialista y los del Partido Popular. Es unánime el convencimiento de que el exconcejal, que abandonó la política por diferencias con sus propias siglas, hubiese apoyado a su socio de Gobierno antes de sellar una ruptura. Alejado de los focos, asiste al espectáculo por la mirilla de una casa de campo, la suya, que rezuma espíritu de Navidad. Como sacada de un cuento, digna de ver.