Siempre “El Quijote”

El Partido Popular se prepara ante la que se avecina, con un proceso congresual tranquilo que dará paso a la confección de las listas electorales. La capital es, como siempre, la incógnita

22 jul 2025 / 08:00 H.

Dice el refrán, desde tiempos de “El Quijote”, que en todas casas cuecen habas y, si está escrito en la universal obra de Miguel de Cervantes, no hay más que decir. Basta con pasear de puntillas por los escenarios de los grandes partidos en España para comprobar que la política del “y tú más” está más activa que nunca con judicializaciones en todos los ámbitos que acaban con la credibilidad de unos y de otros y que hacen pensar que no hay un hogar que se salve del trabajo de jueces y fiscales. Unos días es Santos Cerdán el protagonista informativo y, otros, Cristóbal Montoro. Así está la “cosa”. El caso es que todo lo que ocurre en el panorama nacional tiene su traslación a lo local en el complicado y apasionante mundo de la globalización, de tal forma que, cuando llueve en Madrid, chispea hasta en el más recóndito rincón del extrarradio. Todas las miradas están puestas en un adelanto electoral que nunca llega y, mientras tanto, quienes representan a los ciudadanos en las diferentes administraciones y quienes aspiran a hacerlo mueven sus cartas para estar preparados ante el sonido de la flauta. El Partido Socialista tiene más o menos resuelta su situación orgánica. Ahora toca afianzar la estructura de la principal agrupación en la oposición y, de paso, destensar los tentáculos de las provincias.

Los congresos no son una prioridad después del nacional, pero es como los exámenes de los escolares, que no son determinantes para aprobar, pero hay que hacerlos y superarlos. Tras el autonómico, que se prevé para otoño, llegarán los provinciales y, en lo concerniente a Jaén, no se esperan grandes cambios —ni pequeños— en la dirección que lidera Erik Domínguez. Todavía resuena el eco de aquel que provocó tan sonora estampida y, ante un posible estruendo que puede desviar miradas hacia lo que menos importa, lo mejor es continuar el camino sin ojear hacia atrás. Ni Alcalá la Real, ni Villacarrillo, ni Jimena... Todos están en torno a un presidente que aspira a conquistar la Diputación y a mantener a flote un barco que navega en la dirección marcada entre vientos y mareas. El peso es relevante cuando hay que mandar autobuses llenos a las concentraciones de Madrid o aportar avales para el jefe, Alberto Núñez Feijóo.

Salvado el sutil escollo congresual, organizar las candidaturas a las elecciones autonómicas, generales y municipales será harina de otro costal. El orden de los factores no altera el producto, otro refrán que viene a decir que los plazos de las convocatorias son como un melón cerrado. En las andaluzas, el “quid” de la cuestión jiennense está en saber qué pasará con la consejera Catalina García, quien seguro que tendrá su sitio después del regalo de la Sostenibilidad. Qué más da si Sevilla o Madrid. El caso es buscar una salida digna. En las nacionales habrá que hacer encaje de bolillos, un lugar privilegiado para cerrar filas en torno a quienes no se pueden quedar tirados en la cuneta. Y, en las locales, toca remangarse para consolidar lo que funciona e introducir aires nuevos en lo que falla. La capital es, sin lugar a dudas, la principal preocupación. La moción de censura entre el Partido Socialista y Jaén Merece Más marcó un antes y un después en el Partido Popular y, aunque la responsabilidad es compartida, hay voces en contra de la continuidad de Agustín González en las próximas papeletas. Su compromiso con Jaén no tiene fecha de caducidad y, aunque 2027 queda todavía lejos, una cosa es la voluntad propia y otra distinta la de los demás. Lo cierto es que hay quienes se afanan en buscar entre las piedras a posibles candidatos, en femenino o en masculino, que den el perfil. El número uno será determinante para la confección de una candidatura con olor a renovación. En todas las casas cuecen habas.

Una patata caliente en manos de la Junta de Andalucía

El rector de la Universidad de Jaén, Nicolás Ruiz, considera que, a día de hoy, es materialmente imposible poner en funcionamiento el grado de Ingeniería Biomédica en el próximo curso. Sin embargo, la rápida resolución de las alegaciones presentadas al informe desfavorable que emitió la Agencia para la Calidad Científica y Universitaria de Andalucía (Accua), dependiente de la Junta de Andalucía, puede cambiar el panorama en un verano movido en lo académico. El Consejo de Universidades, competencia del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, devuelve la patata caliente a la Junta de Andalucía para que quienes rechazaron la implantación de esta titulación en Granada y Jaén tengan la oportunidad, ahora, de dar marcha atrás en su negativa. Todo hace indicar que las presiones sociales de las últimas semanas darán sus frutos, porque la Administración autonómica no se puede permitir, llegados a este punto, otro “no” en base a cuestionados criterios que, sin embargo, sí pasaron el rasero en el caso de la Universidad Loyola de Andalucía. El “quid” de la cuestión está en implantar el grado este curso o esperar al siguiente, porque todos los plazos de matriculación están cerrados y sería una situación extraordinaria.

EN CORTO. Rocambolesca situación política en Begíjar

El escenario político en Begíjar es, cuanto menos, convulso, con cruces de acusaciones subidas de tono entre los máximos representantes del Partido Socialista y el Partido Popular en el salón de plenos, una situación que no merecen los ciudadanos que, fielmente, acuden cada cuatro años a las urnas. Dice el alcalde, Diego Soriano, que los vídeos que circulan por las redes sociales con “cortes y pegas” de sus intervenciones públicas son un “montaje”, versión que entronca con la del líder de la oposición, José Antonio Poyatos, quien se siente constantemente insultado. El máximo dirigente municipal asegura que su contrincante presentó su dimisión el martes pasado, pero su partido le pidió que continuara hasta que termine la legislatura. De ahí aquella rueda de prensa, en la sede provincial, con respaldo del presidente.