Sentencia política

Jaén Merece Más consuma el vuelco político con un acuerdo de gobierno con el Partido Socialista en el Ayuntamiento, una institución que vive la segunda moción de censura de su historia

17 dic 2024 / 19:07 H.

Pronto contarán los libros de texto que hubo en el Ayuntamiento de Jaén dos mociones de censura, una a finales del siglo XX y otra a principios del XXI. Alfonso Sánchez Herrera, el eterno alcalde, selló una coalición entre la extinta Alianza Popular, en la primavera de 1989, con el Centro Democrático y Social de Adolfo Suárez, representado en la capital por Cristina Nestares, mediante la que quedó destronado el electo socialista José María de la Torre. Treinta y cinco años después, la historia devuelve la moneda y hace honores a ese refrán de “Dios no se queda con nada de nadie”. En 2024 es un socialista, Julio Millán, quien desbanca a un popular, Agustín González, del sillón de la Alcaldía con el beneplácito de Jaén Merece Más. Empieza una nueva etapa en una Administración con una gestión necesitada de representantes políticos con fuerza para hacer frente a los desafíos de la única capital gobernada, a partir del 2 de enero, por el principal partido de la oposición en la Junta de Andalucía. El Gobierno central se apunta un tanto en una maniobra en la que el objetivo está en Juanma Moreno. Entre otros.

La película comenzó el 28 de mayo de 2023. Aquella noche, ni había alegría en la calle San Andrés ni en San Clemente. Las elecciones municipales dieron una victoria a medias al Partido Socialista y, por primera vez, entró en escena una fuerza política procedente de un movimiento nacido del descontento ciudadano con el poder establecido. Tampoco es que estuvieran para echar cohetes en Fermín Palma, pero lo cierto es que Jaén Merece Más se convirtió, con tres concejales, en la llave de la gobernabilidad en el Ayuntamiento de la ciudad. Las negociaciones decantaron la balanza por el lado de la derecha con un acuerdo firmado ante notario que implicaba el compromiso institucional como condición para el vuelco político. Agustín González, recién llegado de la Junta de Andalucía, cogió el bastón de mando y, con independencia del carisma para el cargo, hizo lo que estuvo en su mano, y más, para sellar la paz en un matrimonio convulso, inexperto y con continuas desviaciones de miradas hacia lo que verdaderamente importa: el interés general de los jiennenses. Quizás no tuvo el alcalde el respaldo que exigieron las circunstancias para continuar en una posición que requiere grandes dosis de valentía y, por supuesto, ayuda ajena. Tiempo habrá para determinar los errores de un pasado muy presente en el que, más que la culpa, hay que indagar en las responsabilidades. El caso es que el comienzo de legislatura no estuvo exento de movimientos, con salidas y entradas de concejales de los dos bandos principales del equipo de Gobierno, entre las que no hay que perder de vista la de Erik Domínguez, presidente provincial del Partido Popular, y la de Manuel Carlos Vallejo, el concejal de Jaén Merece Más con el que el alcalde tuvo y retuvo “feeling” en las negociaciones.

Hay historias para escribir un libro. Los once ediles del Partido Socialista, entre los que también existen evidentes roces internos, nunca llegaron a asumir el papel de oposición y, mientras la pareja de conveniencia tenía sus más y sus menos, hicieron su trabajo desde el patio de butacas con la pretensión de volver a ser protagonistas en el escenario municipal. Hubo un primer intento fallido de moción de censura y, desde entonces, las conversaciones para arrebatar el poder al Partido Popular no cesaron ni un instante. La presentación de los presupuestos de la Junta de Andalucía para 2025 marcó el comienzo de una nueva época en el Ayuntamiento de la capital. Tuvo la Administración autonómica la oportunidad del guiño que, sin embargo, desaprovechó con un más de lo mismo que, ahora, tiene sus consecuencias. Hay incremento de partidas para los jiennenses, que de ser los últimos en las primeras cuentas de mayoría absoluta de Juanma Moreno pasan a ser los penúltimos. Insuficiente. Servida en bandeja quedó la posibilidad de inclinar la balanza hacia la izquierda con la fuerza de un partido despojado del único concejal, el profesor, que aplicaba el manual de resistencia. Con el camino judicial despejado de polémicas y la lectura del “ninguneo” del Partido Popular, Julio Millán volverá a ser alcalde de Jaén el 2 de enero, cuando está convocado el pleno del Ayuntamiento en el que se votará la moción de censura planteada entre el Partido Socialista y Jaén Merece Más.

Nadie entenderá la maniobra si alguien no explica por qué María Espejo, Luis García y José María Cano respaldan en este momento lo que rechazaron al principio de legislatura. Los ciudadanos de a pie sólo comprenderán el cambio si consiguen que lo pactado ahora sea más beneficioso para los jiennenses que aquellas 100+1 medidas que dieron la Alcaldía a Agustín González. Lo harán en los próximos días, según comentan, con luz y taquígrafos. Lo que sí está claro es que alguien que no quiere colgarse las medallas medió para que sean los propios vecinos de Jaén los que ganen en esta batalla política. Está sentado en el Congreso de los Diputados al lado de la vicepresidenta del Gobierno, María Jesús Montero, el mismo que consiguió que el futuro Centro Tecnológico de Desarrollo y Experimentación (Cetedex) se construyera en el Polígono Industrial Nuevo Jaén. La clave está en la resolución de la situación financiera municipal. No habrá condonación de deuda, porque la legislación vigente lo impide, pero sí se sentarán las bases de una reestructuración que pasa por la moratoria de los intereses y la elaboración de un presupuesto en condiciones. Como guinda del pastel se barrunta otro gran proyecto, en clave provincial, con pretensiones de transformación del modelo productivo que hipoteca el futuro de los jiennenses.

El reparto de competencias entre y unos otros tendrá carácter de continuidad, con mayor énfasis en María Espejo que, además de Cultura y Presidencia, ejercerá de primera teniente de alcalde y de coordinadora entre dos organizaciones llamadas a entenderse. Luis García aspira a seguir donde está y José María Cano tiene que decidir si se dedica más al cargo o al oficio. Lo que está claro es que Julio Millán queda bendecido como alcalde hasta el final del mandato, con Jaén Merece Más como socios de Gobierno o en el bando del grupo de los no adscritos. Tiempo habrá para analizar el papel de unos y de otros en esta crónica de una muerte anunciada que las elecciones corroborarán.

Sentencia política

EN CORTO. No habrá ruptura ni en Baeza ni en Santisteban del Puerto

La incógnita está en Santiago-Pontones, donde Jaén Merece Más tiene como alcalde a Antonio Rodríguez. Ahí, si se produce ruptura, dependerá más del Partido Popular que de la fuerza política localista. Todo parece indicar que los acuerdos entre ambas organizaciones continuarán en Baeza y en Santisteban del Puerto, por lo que queda hecha añicos la propuesta de quienes querían dar un golpe en la mesa en bloque, como respuesta al descontento generalizado que hay con la Junta de Andalucía.

Bloqueo de proyectos

¿Qué pasará con los proyectos desbloqueados por la Administración autonómica en el mandato presente? Los hay y, aunque ahora afloren las críticas hacia la falta de compromiso de la Junta de Andalucía con Jaén, nunca antes se habían agilizado tantas iniciativas como en este momento, como el tranvía, la Ciudad de la Justicia o la Ciudad Sanitaria. El tiempo lo dirá.