...Más que mil palabras

El Partido Socialista celebró su congreso provincial número quince con un líder emocionado después de la tormenta de otoño y a las puertas del fin que marcan los propios estatutos

13 dic 2021 / 16:36 H.

Hay algo en lo que coinciden los representantes del bipartidismo en la provincia: “Política de pico y pala”. Lo dijo Erik Domínguez en el congreso del Partido Popular y lo repitió Francisco Reyes en el del Partido Socialista. Cada uno con sus argumentos, en extremos ideológicos radicalmente opuestos y con el objetivo común de crecer internamente y contribuir al enriquecimiento en todos los sentidos de los jiennenses, uno y otro centran su mecanismo en trabajar, trabajar y trabajar. Receta infalible. El electorado será, en las citas con las urnas que hay pendientes, el que dirá por dónde van los tiros en la provincia, en Andalucía y en España. Los máximos representantes de las fuerzas políticas que imperan en la tierra del mar de olivos tienen resueltas sus papeletas internas. Los populares cerraron filas con una apuesta firme por la renovación y los socialistas se unieron en torno a la continuidad. El sábado fue el día grande para el secretario general del Partido Socialista en Jaén. No hay más que ver la imagen que acompaña a este texto para comprobar la emoción contenida de un líder que vive un momento especial.

Dicen que después de la tormenta llega la calma y, a tenor del capítulo escrito por el socialismo jiennense en el cónclave número quince, nada más lejos de la realidad. El otoño se presentó ardiente en términos orgánicos, con serias intentonas golpistas que desencadenaron una amalgama de encontronazos que, no es que fueran históricos, porque siempre hubo tiempos pasados, pero sí desacordes con la balsa de aceite en la que se mueve, habitualmente, la organización. Se resolvió a tiempo la confrontación interna y, despejada la era de voces discordantes legítimas, el congreso provincial se celebró sin más leña que la que arde. Los ojos vidriosos de Francisco Reyes estaban más que justificados y las lágrimas fueron el presagio del fin estatutario, lo mismo que ese abrazo final con la mujer con la que comparte su vida, la madre de las verdaderas razones de su existencia, sus dos hijas. Detrás de ese político respetado y querido dentro y fuera de la provincia, un todoterreno al que resulta difícil coger el paso, se esconde un hombre necesitado del cariño que recibió en la obligada cita congresual. Respaldado por todos, los de Jaén, los de Sevilla y los de Madrid, es consciente de que la unidad es más necesaria que nunca cuando afloran los frentes abiertos en forma de adelanto electoral y proliferación de plataformas. No es el momento de perder el tiempo y, aunque el proyecto fraguado el sábado se firma para cuatro años, nunca se sabe cuál será el futuro de unos y otros cuando impera la palabra “política”.

Despejado cualquier atisbo de duda sobre la alianza de un partido en el que también cuecen habas, la incógnita de la composición de la nueva Ejecutiva Provincial quedó resuelta con una apuesta por la continuidad en la que el único aire renovador queda patente con la inclusión del generoso alcalde de Marmolejo, Manuel Lozano, como vicesecretario. Él sí que es un triunfador y el tiempo lo pondrá en el lugar que merece. El resto, más de lo mismo, con guiños al municipalismo en algunos casos insuficientes, como el de Baeza. El núcleo duro está formado, además, por Jacinto Viedma, Micaela Navarro, Paqui Medina, Toni Olivares, Manuel Fernández e Isabel Uceda. Caras conocidas, que no hace falta explicar. Las salidas más sonadas son, sin lugar a dudas, la de Felipe Sicilia y Laura Berja, pero que nadie busque el lío donde no lo hay, porque ambos están en la Ejecutiva Federal. Si algo desconcertó de la cita fue la ausencia del alcalde de Jaén, Julio Millán, en el escenario. Y ya van dos. Terminó la cita del reencuentro y la mascarilla, con abrazos y fotografías con las estrellas mediáticas del socialismo jiennense, andaluz y español: Ángeles Férriz y Felipe Sicilia. Esa es la realidad.

La provincia está con Juan Marín como líder de Ciudadanos

Queda claro que, aunque la militancia activa se empeña en dar imagen de fuerza, lo cierto es que Ciudadanos es lo que es hoy en día en Andalucía gracias a su representación institucional, porque lo orgánico deja mucho que desear en una agrupación en la que la división es patente. No hay más que ver la cantidad de candidatos a unas elecciones primarias en las que, eso sí, la provincia de Jaén está con Juan Marín. Así lo expresó el coordinador jiennense, Miguel Moreno, que no dudó en expresar en las redes sociales su elección. Harina de otro costal son esos versos sueltos que, desde que comenzó la legislatura, se desligaron de la oficialidad desde cargos institucionales con representación provincial y autonómica que, ahora, apuestan por mantenerse en la neutralidad en esas redes sociales que carga el diablo. Arduo trabajo el del exsecretario de Organización, Fran Hervías, mano derecha de Teodoro García, para intentar barrer para la casa del Partido Popular desde las bambalinas nacionales. Ciudadanos está blindado en Andalucía gracias a un pacto con el Gobierno del cambio para, precisamente, garantizar un techo electoral que muchos ponen en tela de juicio. Reconstruir el puzle será complicado y hay poco tiempo.

No hubo comunicado de prensa

Las plataformas ciudadanas unidas en una coordinadora se reunieron la semana pasada para poner los puntos sobre las “íes” y, sobre todo, hablar de la situación política cuando el tiempo apremia ante la inminencia electoral. Dejaron el nombre de “Levanta Jaén” para un poosible proyecto político y quedaron en enviar un comunicado de prensa para informar de la situación. Sin embargo, esa nota nunca llegó. ¿Por qué? Porque el movimiento de la España Vaciada cesó cualquier intento de división. Se niegan a que haya dos partidos dentro de esta organización en una provincia de seiscientos mil habitantes. “Jaén Merece Más” tiene su apoyo y, ahora, busca que otras plataformas se sumen de forma colectiva. Nada de personalismos.