Las vueltas que da la vida

Lo dijo bien claro cuando dejó su acta: “Continuaré trabajando por mi ciudad con la certeza de que un Linares mejor es posible”. Son palabras de Raúl Caro-Accino, el alcalde de la segunda ciudad más grande de la provincia en población hasta que una moción de censura lo desbancó del poder. Fuera de la política municipal por convicción propia, está a la espera de lo que pueda pasar, porque nadie descarta su continuidad en esto de lo público con unas siglas distintas y distantes a las que se cobijó, al principio de este mismo mandato, para presentarse como candidato a la Alcaldía en las últimas elecciones municipales. Lo hizo bajo el paraguas de Ciudadanos y, a la vez, como independiente, despojado de ataduras que, ahora, sirvan de cortapisa para lo que pueda venir. En silencio y con sigilo, espera una llamada telefónica del Partido Popular, el mismo que lo encumbró hasta el sillón de mando, para aspirar a este bastón de mando que perdió en la recta final de la legislatura.

Será la dirección regional la que tome una decisión con respecto a los números uno de las ciudades con más de cincuenta mil habitantes. Eso sí, no lo hará a la espalda de la dirección provincial. Hay sintonía entre una y otra, el sueño al que aspiraron otros que nunca consiguieron, por lo que la connivencia a la hora de bendecir a los candidatos será total y absoluta. Lo que ocurre es que las encuestas internas dicen una cosa que, a veces, no casa con la realidad, por lo que coser un traje a medida de los linarenses será una cuestión complicada que, sin embargo, tiene que estar resuelta con el comienzo del mes de noviembre. Raúl Caro-Accino ni está descartado ni bien posicionado, en este momento, para aspirar a la Alcaldía de su ciudad en los prolegómenos de unas elecciones municipales en las que el Partido Popular tendrá que correr más que una liebre, porque por no tener no tiene, oficialmente, ni aspirante al bastón de mando de la capital. Hay seguridad de tener el pescado vendido, pero habrá que ver a qué precio está en el mercado.

El caso es que, una vez que la decisión esté tomada con respecto al futuro del exalcalde, quien calla más que otorga por razones obvias, habrá que ver cómo queda la “cosa”. En los mentideros de la política, aquellos que están bien informados, se habla de Auxiliadora del Olmo como posible aspirante a rivalizar con Javier Perales, el actual dirigente municipal del Partido Socialista bendecido para luchar el puesto en las urnas. El único problema es que, actualmente, es parlamentaria, por lo que eso de desvestir un santo para vestir a otro tiene también su punto de discusión. Otro nombre que también cobra fuerza en las últimas semanas, también de mujer, es el de Susana Ferrer Cernuda, portavoz del Partido Popular local. Ojo al dato. Ambas tienen la puerta abierta para el ascenso, una vez que Ángeles Isac consiguió entrar en el lugar que considera su sitio, el de la coordinación del Instituto Andaluz de la Mujer, un traje a su medida con el que está más contenta que unas pascuas. Y aquí paz y después gloria. Hay quienes ponen sobre la mesa, de la misma manera, una cuarta opción. Se trata de Mariola Aranda, alcaldesa de la Entidad Local Autónoma de la Estación Linares-Baeza, aunque lo más probable es que se caiga del cartel antes, incluso, de estar. Estas son las opciones que baraja el Partido Popular a siete meses de una cita con las urnas que será trascendental para el presente y el futuro de una provincia en la que la rivalidad entre el bipartidismo está servida en bandeja. Nunca estuvieron las espadas más alto que ahora. O sí.

Podemos pone en marcha su maquinaria electoral y, después de las experiencias de convivencia con otras fuerzas políticas con tendencia a la izquierda, se planta y sus dirigentes toman la decisión de ir por libre en las próximas elecciones municipales, de tal forma que su nombre estará impreso en las papeletas. Los círculos que conforman el partido trabajan siguiendo las líneas estratégicas fijadas en la Conferencia Municipalista celebrada en Mollina el 24 de septiembre con una idea clara: huir de “experimentos”. Eso sí, en cuanto a posibles alianzas, su voluntad no es otra que mantener un diálogo abierto con movimientos sociales, sociedad civil organizada, candidaturas locales y otras organizaciones políticas que compartan con Podemos el mismo espacio de la izquierda alternativa que puedan construir una propuesta viable, realista y cercana a la vida de la gente y que pueda poner sobre la mesa de los ayuntamientos las soluciones a los problemas de la ciudadanía. “Apostamos por alianzas que tengan como base un programa común para desarrollarlo a lo largo de la legislatura y estamos seguras que podemos tiene que estar visible y ser una herramienta de transformación”, dice Lola Rodríguez, responsable provincial.

Largo y tendido se ha hablado de los nombres y apellidos que irrumpieron en los diferentes estamentos políticos de la Junta de Andalucía desde que el presidente, Juanma Moreno, conformó su equipo de Gobierno, tanto el que dirige las riendas de la Administración autonómica desde Sevilla como el que lo hace en Jaén. Sin embargo, poco se ha dicho de quienes se quedaron en el camino, todos de Ciudadanos. Sirva en forma de chascarrillo que algunos, como el anterior delegado territorial de Educación, Antonio Sutil, estuvieron con el móvil en la mano, sin perderlo de vista, en esas vacaciones que, por cierto, supieron a gloria. De vuelta a su colegio para desempeñar la profesión que eligió, se quedó con la miel en los labios y a la espera de esa llamada que nunca llegó. Él estuvo en las quinielas, otros no.