Entrenados para la carrera

Javier Perales y Daniel Campos se verán las caras en la próxima asamblea extraordinaria en la que saldrá elegido el secretario general del Partido Socialista de Linares. No hacen falta avales

05 abr 2021 / 16:27 H.

Tiene el Partido Socialista de Linares unos cuantos frentes abiertos y, aunque algunos se pueden resolver en lo que dura una asamblea, otros tendrán que encomendarse al tiempo que, como en las grandes crisis, es el que tiene capacidad sobrada para curarlo todo. Una gestora dirige las riendas, en este momento, de una agrupación que ganó las últimas elecciones municipales y que un pacto entre Ciudadanos y el Partido Popular, con el apoyo frustrado de Cilus, arrebató el bastón de mando a una fuerza política de fuerte arraigo en la segunda ciudad más poblada de la provincia. Los plazos se acortan y, aunque atravesar la arena del desierto no es cuestión de coser y cantar, hay quienes piensan que, cuanto antes, mejor. Otros prefieren dar vueltas a la manzana, marear la perdiz y jugar al cuento de nunca acabar por si, mientras tanto, suena la flauta del consenso. No será posible. Pronto se celebrará el cónclave en el que saldrá elegido el futuro líder socialista de la Ciudad de las Minas y, a tenor de lo que dicen unos y otros, habrá varias candidaturas para impregnar de tensión el ambiente.

Ya es oficial que el concejal Javier Perales aspira a un cargo repleto de rosas y espinas, más en la situación social y económica en la que se encuentra, desgraciadamente, su territorio. Es el candidato oficial en una especie de elecciones primarias, que no lo son como tal, con las que la dirección provincial quiere cerrar heridas. Le acompaña, en un esfuerzo de integración sin precedentes, Rafael Sampedro y, según las fuentes consultadas, cuenta con el fiel respaldo de Pilar Parra y Ana Cobo. La Casa del Pueblo acogió la puesta de largo de una candidatura mediante la que se compromete, de manera formal, a luchar para que el Partido Socialista se convierta en el “gran actor” del cambio de la ciudad. “Somos conscientes de los problemas de Linares y vamos a poner encima de la mesa soluciones para voltear la situación de crisis y hartazgo que vive en la actualidad”, llegó a decir. Lo que no sabe, aunque sí pueda intuir, es que habrá un enemigo íntimo en una carrera con un final incierto. Se trata del actual diputado y portavoz del Partido Socialista en el Ayuntamiento. Daniel Campos, defenestrado en casa propia, recaba apoyos de esa parte de la militancia, anónima y menos anónima, que no se ve representada por la oficialidad. En su entorno aseguran que espera pacientemente la apertura del proceso asambleario para dar un paso para el que no hará falta avales. No tiene nada que perder, le espera en la calle su plaza de profesor y, a tenor de las circunstancias, a nadie le amarga el dulce de morir matando. Las espadas están en alto en un momento complicado, con la pandemia como telón de fondo y con oportunidades de gobierno perdidas por la debilidad de un partido roto por desavenencias internas y ausencia de liderazgo. La “plaza” de Linares pudo ser carne de moción de censura y, sin embargo, puede estar tranquilo el actual alcalde, Raúl Caro-Accino, porque no hay quien pueda entrar en ese juego.

Harina de otro costal serán las elecciones municipales. El tiempo pasa deprisa y, más pronto que tarde, hay que preparar al candidato perfecto para recuperar el bastón de mando. Suena con fuerza la exdelegada del Gobierno andaluz en Jaén Ana Cobo, con más posibilidades que Pilar Parra, quien actualmente milita por Larva. Todo está encadenado y las cosas no pasan porque sí. El ejemplo está en Daniel Campos. Él, que abanderó y abandera el proyecto de cambio del socialismo en Andalucía, incluidas las ocho provincias, está donde está. Nada es fruto de la casualidad. En cualquier caso, será la militancia la que tenga la última palabra en el capítulo que se avecina y en el que el entrenamiento para llegar a la meta es duro.

Polémica por la elección del futuro director de Geolit

Están las alarmas encendidas por un puesto de trabajo, pendiente de cubrir, para el que suena con fuerza el nombre de una persona de confianza del Partido Socialista, la exdelegada del Gobierno en Jaén Ana Cobo. Sin embargo, el Partido Popular no quiere que ese cargo esté cargado de tintes políticos y pretende auditar el proceso de selección para que sea ocupado por un gestor. Habrá entrevista y lo que pide la oposición es estar presente para que se garantice la transparencia. No hay que olvidar que se trata de una convocatoria abierta. El posible nombramiento supone el regreso pausado de Ana Cobo al redil político, un lugar que dejó para dedicarse a su profesión de economista.