Cascada de dimisiones

Detrás de la renuncia de Macarena Olona al acta de diputada autonómica se esconden tensiones internas en el seno interno de Vox y una descomunal bronca con el jiennense Benito Morillo

01 ago 2022 / 13:28 H.

Anda la casa revuelta después de unas elecciones autonómicas en las que fueron más las expectativas que los resultados. Nadie podrá olvidar aquella frase de Macarena Olona, la candidata de Vox a la Presidencia de la Junta de Andalucía, cuando le dijo al presidente, Juanma Moreno, que estaría encantada de aceptarlo como vicepresidente después de la cita con las urnas. Soñar despierto es siempre una opción de optimismo. El caso es que, finalmente, el partido que lidera Santiago Abascal no consiguió su propósito y, ahora, empiezan las dimisiones y el movimiento de fichas con un trasfondo que esconde polémicas, discrepancias y riñas internas que nadie se atreve a escenificar. Hay tensiones por el poder en cada una de las provincias y, una vez más, el ejemplo está en Jaén. Dicen entre bambalinas que la que se avecina es de órdago. Que se prepare el nuevo presidente, Gerardo Aceituno, para apaciguar los ánimos de una organización en la que los intereses de unos y de otros están, en muchas ocasiones, por encima de los principios.

Macarena Olona se estrenó como diputada en el Parlamento el 14 de julio y, la semana pasada, anunció mediante una carta en las redes sociales que se despide de la política por razones médicas ajenas a su voluntad. Ella, que recaló en Andalucía con las credenciales de ser el azote de Vox al Gobierno en el Congreso, era una de las caras más populares de esta fuerza política y fue la baza que la dirección nacional quiso jugar en la comunidad para seguir la senda alcanzada en Castilla y León y entrar en el Gobierno andaluz. Sin embargo, hay quienes dicen que en Madrid la veían como una seria amenaza, por aquello de hacer sombra con un discurso lleno de fortaleza y convicción, por lo que en su marcha subyace otra realidad, la que tiene que ver con la lucha política entre la candidata y el presidente nacional. Claro como el agua está que la dimisión forzada de Macarena Olona es la última de las bajas en cargos de responsabilidad de Vox en la comunidad. Antes, el 20 de julio, el presidente en Jaén y parlamentario por esta provincia, Benito Morillo, anunció mediante un comunicado que renunciaba al cargo orgánico, oficialmente, para “asumir nuevas responsabilidades en el grupo parlamentario de Vox en Andalucía”. Después, su homónimo en Granada, Manuel Martín, propietario también de la vivienda de Salobreña donde se empadronó Macarena Olona, anunció su dimisión motivada por la sentencia que anulaba el proceso de primarias en el que él, avalado por la dirección nacional, fue elegido.

Revuelo en el seno interno de una organización en la que hay mucho más. Las fuentes consultadas aseguran que Benito Morillo no dimitió para dedicarse de lleno a su labor como parlamentario, sino por las disputas continuas con la vicesecretaria de Vox en Jaén, Carmen García, a la que le llueven las críticas en los últimos días y le pitan los oídos hasta rabiar. Lo mismo que aseguran que mucho tuvo que ver en el cese de Macarena Olona la situación que vive esta fuerza política en la provincia jiennense y, fundamentalmente, un episodio puntual, en forma de descomunal bronca con el expresidente provincial para la que hay todo tipo de opiniones. Hay quienes dicen que Benito Morillo es de los que huyen de las disputas y otros que asienten con la cabeza con miedo a hablar claramente. Así está la situación de Vox, una organización llamada a la reconstrucción después de que las expectativas fueran mucho más grandes que el muro de la realidad. Tarea por delante tiene Gerardo Vox en una tierra en la que ya lo intentó una vez y, al final, se retiró.

Cascada de dimisiones

Se alarga el proceso para elegir a los futuros delegados en Jaén

La impresión, una vez que se cerró el proceso electoral autonómico, es que el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, iba a acelerar los procesos para que el Gobierno quedara totalmente conformado antes de las vacaciones de agosto. Fue rápida su toma de posesión, también la configuración del organigrama de consejeros, entre los que destaca la jiennense Catalina García, pero se prolongará la elección de los delegados territoriales. Se da por hecho que no será este martes, en Consejo de Gobierno, porque falta todavía por saber quién será el portavoz del Ejecutivo autonómico, por lo que se prolonga la agonía para quienes viven en una incertidumbre. Puede que Jesús Estrella siga como delegado del Gobierno andaluz en Jaén, esa es la hoja de ruta, pero surgen dudas, las mismas que hay con Agustín Moral, que todos dan por hecho que estará en Medio Ambiente por una deuda pendiente que todos conocen. Dicen en el entorno de la Junta de Andalucía que el único de Ciudadanos que repite será Francisco Joaquín Martínez, el responsable de Empleo, por aquello de la continuidad del equipo de Rocío Blanco. Caras nuevas suenan, como la del alcalde de Bailén, Luis Mariano Camacho, o el de Arquillos, Miguel Ángel Manrique.

EN CORTO. El jiennense Carlos García renuncia como secretario general de Túpatria

Estuvo en Vox y, cuando vio el panorama de discordia, cogió las maletas y se fue a otro partido, Túpatria, donde fue fundador y llegó a ser nombrado secretario general nacional. Sin embargo, esta misma semana presentó su carta de renuncia. Dice que lo hace por motivos personales y profesionales, para dedicarse de lleno a los estudios universitarios en los que está inmerso, pero en el escrito hay claras evidencias de que esconde la verdad. Después de desvivirse por la creación de unas siglas que pocos conocen, otros recogen los frutos que él mismo sembró. Dicen que en todas las casas cuecen habas. En Túpatria, también.