Arriesgarse o morir

La apuesta del Partido Popular en las que serán las elecciones municipales número doce de la democracia es, cuanto menos, arriesgada. Queda claro en cada gesto, en el posicionamiento de sus líderes en las candidaturas confeccionadas entre costuras, en la puesta en escena y, en general, en los actos organizados hasta en el último rincón de la provincia en ese esfuerzo titánico por inundar de azul una tierra en la que impera el rojo. El presidente, Erik Domínguez, se juega todas las cartas de la baraja en una atrevida apuesta por ganar en la Diputación Provincial de Jaén, donde el dique de contención del Partido Socialista continúa más fuerte que el vinagre. El ciudadano tendrá la última palabra.

¿Cuáles son los municipios en los que los populares jiennenses creen que tienen posibilidades de ganar? Puede cambiar tanto el panorama en veinticuatro horas que la foto fija sirve sólo para el momento, unas horas, apenas unos minutos, porque basta con comprobar qué ha pasado en Begíjar para darse cuenta del lado hacia el que se puede inclinar la balanza en el último instante. Alrededor de cincuenta son los territorios comanches en los que la sede de San Clemente aspira a colocar su logo en sus respectivos ayuntamientos de los noventa y siete candidatos que ya tiene cerrados y con las pilas cargadas.

En el distrito electoral de Jaén, Erik Domínguez y compañía están convencidos de que sus listas serán las más votadas en Jaén, Fuerte del Rey, Torredelcampo, Los Villares, Los Cárcheles, Huelma y Cabra del Santo Cristo. Agustín González aspira en la capital a conseguir una oportunidad para demostrar otra forma de hacer política, un propósito sin enmienda que no será fácil con un rival fuerte como Julio Millán, alcalde para más señas, con unos cuantos proyectos sacados de la chistera en los prolegómenos electorales. Habrá que esperar los movimientos de Jaén Merece Más, incluso de Vox, para ver cómo queda el tablero de ajedrez después del 28 de mayo. En Fuerte del Rey quieren aprovechar que el Pisuerga pasa por Valladolid, con la retirada del actual alcalde, para situar al frente del Ayuntamiento a Rafael Castellano. En Torredelcampo, una de las plazas jiennenses con mayor arraigo socialista, Sergio Ruiz Maldonado trabaja por darle la vuelta a la tortilla. La que hay liada en Los Villares es de película, con bailes de sillones y de chaquetas que nadie sabe si beneficiarán a la actual alcaldesa o la aspirante popular, Estela Palacios. Mención especial merece Los Cárcheles, donde un veterano, Enrique Puñal, vuelve al redil después de su paso por Ciudadanos en las anteriores elecciones. En Huelma, allí donde Podemos e Izquierda Unida no se ponen de acuerdo, Ana María Guzmán ve que hay partido por jugar. Y, por último, en Cabra del Santo Cristo también ven posibilidades de ganar después del cambio de alcalde por cuestiones que sí vienen al caso. David González es elegido para revertir la situación.

Vaya por delante que la segunda fuerza política de la provincia tiene claro que mantendrá las dieciséis alcaldías que tiene en estos momentos, a la que suma Begíjar, perdida en el final del partido por desavenencias internas que no supieron parar a tiempo. En el distrito de Martos, no está la “cosa” tan fácil y, en este sentido, esperan conquistar exclusivamente Lahiguera. En la Sierra Sur, apuestan por Castillo de Locubín, lo mismo que en Andújar, están convencidos de que serán los más votados tanto en la ciudad como en Mengíbar, con dudas. En el Noroeste de la provincia, Erik Domínguez, apoyado siempre en el brazo de Elena González, aspira a la conquista de Baños de la Encina, La Carolina, Aldeaquemada (con el rescate de Manuel Fernández) y Santa Elena. En Segura de la Sierra, Arroyo del Ojanco, Hornos de Segura, Santiago-Pontones, Segura de la Sierra e, incluso, Puente de Génave y, en Cazorla, Hinojares, Huesa y Quesada. Por último, en el partido de Úbeda, el Partido Popular se la juega para vencer en Rus, Canena y Begíjar. Otra cosa será gobernar.

¿Quién dijo que la política no es divertida? Los titulares que ofrecen los preparativos de las que serán las elecciones municipales más reñidas de la historia son para enmarcar y guardar en esas hemerotecas que hablan más que una cotorra. Si lo que ocurre en Begíjar es de órdago, nada tiene que envidiar la situación de Los Villares con Vox como protagonista. Iván Martínez encabezará la candidatura a la Alcaldía de este municipio del área metropolitana y próximo a la Sierra Sur, una oveja descarriada del Partido Popular que salió escaldada de Ciudadanos y que, ahora, intenta encontrar acomodo bajo las siglas que lidera Santiago Abascal. Un lío. Fue concejal con los “naranjas”, asesor de los “azules” e, incluso, vicepresidente de la Sociedad Municipal de la Vivienda, pero salió corriendo del regazo municipal por desavenencias claras con la nueva dirección de los populares jiennenses. Iván Martínez se lleva por delante a Francisco Palacios, el exparlamentario enemistado con Erik Domínguez y compañía que ya no sabe qué ojo guiñar para intentar mantenerse en política. No se salió bien la jugada de Vox, se niega a ser el segundón y, ahora, quiere volver a San Clemente, la sede eterna. Vivir para ver.

Fue uno de los pilares de aquella candidatura que rivalizó con la oficialidad del Partido Popular para convertir a Miguel Moreno, alcalde de Porcuna, en presidente provincial. Alejandro Morales, exalcalde de Albanchez de Mágina, anuncia su regreso a la política municipal como candidato a la Alcaldía por Ciudadanos. Ya está publicado en periódicos, radios y televisiones y, sin embargo, todavía no es seguro que sea él quien encabece la lista. Está claro que habrá partido en este municipio, pero puede que sea su hijo quien encabece la lista. En pocos días se deshojará la margarita en otro de los pueblos en los que habrá sorpresa el próximo 28 de mayo. Tiempo al tiempo.