Al estilo Macron

20 ene 2020 / 08:57 H.

Ciudadanos está enfrascado en un proceso de cambio orgánico que tendrá su máxima explosión el próximo 15 de marzo. La dimisión de Albert Rivera al mando de la organización en España obliga a quienes están al frente de la gestora a remodelar una fuerza política que, aunque en las últimas elecciones recibió más palos que abrazos, su participación en los gobiernos, desde el más alto hasta el más bajo nivel de población, resulta de vital importancia. El partido, anclado en la filosofía de joven, liberal, ni de izquierdas ni de derechas, europeísta y llamado a sacudir el dañino bipartidismo, quiere empezar de nuevo, aprender de los errores del pasado y, por supuesto, controlar las estructuras autonómicas y provinciales al más puro estilo Macron. El dedo será el método mediante el que la dirección nacional elegirá a quienes llevan la sartén por el mango en cada uno de los territorios.

El presidente de la Comisión Gestora, Manuel García Bofill, y el secretario de Organización, Fran Hervías, convocaron en la capital, con la resaca de las primeras lumbres de San Antón, a sus afiliados jiennenses, cuya cifra va por los 475. El objetivo no era otro que informar del camino que hay que andar, unidos, para salir fortalecidos de un proceso orgánico en el que rodarán cabezas, en el sentido más metafórico de las palabras. El primer paso consistirá en elegir a los cinco compromisarios que le corresponden a la provincia, quienes llevarán la voz de Jaén al cónclave de Madrid. Ya pueden ir hincando los codos, porque para tener tan gran honor hay que pasar un examen, tipo test, con preguntas sobre el código ético de la fuerza naranja. Ya están las quinielas abiertas para ver quién acudirá a tan relevante encuentro, a quienes se elegirán democráticamente, porque en esto no van a la francesa, el estilo Macron queda reservado para otros menesteres de mayor altura.

El caso es que si el 15 de marzo es la fecha elegida para la V Asamblea General de Ciudadanos, al día siguiente se presagia una auténtica caída, cual efecto dominó, en cada una de las estructuras provinciales. Será la nueva organización la que decida qué personas representan a Ciudadanos en Jaén y, tal como está la situación, todo parece indicar que los actuales “actores” de la película dejarán de ser estrellas. Eso sí, todo dependerá de cómo quede la cosa en Andalucía, porque en este partido, como en muchos otros, hay doble corriente, los que están con el vicepresidente de la Junta, Juan Marín, y los que están con Fran Carrillo, aspirante a liderar la formación en Andalucía. Ni que decir tiene que también hay versión jiennense en este enmarañado panorama que, como en las mejores familias, tiene sus tiras y aflojas. Los hay seguidores acérrimos del primero, Raquel Morales, Miguel Moreno y compañía, y los hay enemigos íntimos del susodicho, Sebastián Sola, Mónica Moreno y otros más.

La oficialidad marca que son todos una piña, que no hay otro camino que ir unidos a un congreso que fortalecerá las estructuras y que tienen que continuar con la llave de la gobernabilidad en ayuntamientos en los que, por el momento, lo mismo se casan con la izquierda que con la derecha. Esa es la realidad. Habrá guerra en esta particular batalla. Juan Marín, y quienes están con él, defenderán en el congreso extraordinario que elegirá un nuevo presidente del partido una reestructuración orgánica que otorgue una mayor autonomía a los territorios. No es una cuestión de baronías o de independencia, pero sí de dotar a las filiales regionales y provinciales de mayor libertad y capacidad de decisión en asuntos internos y autonómicos, sin estar subordinados a la supervisión constante de la dirección nacional. El estilo Macron se cuestiona en un momento crítico para Ciudadanos.