Soñando, amando, compartiendo...
Soñemos con la felicidad venidera > Amemos las maravillas de nuestro Jaén > Se trata de soñar despiertos, siempre
Es tiempo de excelsa felicidad, quizá desnaturalizada por los parabienes prenavideños que se cuelan hasta el tuétano en las comidas y las cenas a las que asistimos siguiendo la corriente de que “quien no sale, no vive”, pero es felicidad al fin y al cabo. Y es en esa nube de todo lo bueno, lo mejor, donde deberíamos navegar todo el año, porque es sanísimo para el cuerpo y la mente y aplicarlo, a la par, en el genérico comportamiento como ciudadanos que conforman una sociedad, determinan un espacio y confluyen en un territorio. Así las cosas, y desde el interior al exterior, todos ganamos si apretamos por y para Jaén. Soñando con la felicidad venidera que nos trabajemos, amando las maravillas de nuestro alrededor, queriendo que Jaén sea lo que tiene que ser y facultades le sobran.
Y compartiendo, que también es gerundio y nos multiplica la felicidad de ser lo que somos, jiennenses encantados de serlo y de mostrar al mundo todo lo que atesora este viejo Santo Reino de maravillosa confluencia con una realidades que nos legó al Naturaleza y nuestros antepasados, de difícil parangón no sólo en Andalucía, también en España y en el mundo. Podría relatarles lo ya sabido del mayor bosque animado de la Tierra, unos castillos y fortalezas sin igual o la tierra más verde que se conozca al sur de Europa, pero vamos a quedarnos con el paisanaje, quienes habitan semejante entorno. Porque a la Jaén que dan vida los jiennenses la definen su hospitalidad, como tierra milenaria de frontera y a solidaridad casi nadie nos gana, característica, además, consustancial a la esencia de unas gentes que habitan territorios tan distintos y tan distantes como la Sierra de Segura o La Campiña, El Condado o la Sierra Sur y el Alto Guadalquivir.
Soñar se trata de soñar despiertos. No nos cansemos nunca de soñar, hasta con todos los vientos de frente y los renglones torcidos de la vida rodeando nuestro día a día. Es así como seremos capaces de que se visualice una tierra tan desconocida como llena de prosperidad, tan “buen paño” que no necesita arca con la que venderse. Como muestra, un botón que Diario JAÉN les ofrece hoy, esta noche. La actriz Rosario Pardo adentrándose en la Despeñaperros que desconocemos, ese mar de peñascos que se adentra en un territorio de santuarios íberos, bosques milenarios, infinitas dehesas de reses bravas y poblados mineros...