Seamos libres, seamos libres...

Linares es un polvorín, pero no por el paro y el engaño, trágicamente porque ha aparecido la autoridad con placa y pistola que te empotra la cabeza contra la acera >> Dos contra uno y la Justicia ahora detiene a quien se rebela >> Manifestémonos

14 feb 2021 / 18:00 H.

Hoy es un día de los peores para Jaén, no es nuevo, se suceden a menudo, pero hoy es especialmente cruel, quizá me quede corto, no exagero, todo lo contrario, es uno de los días que uno no quisiera analizar nunca. La dos principales ciudades de la provincia están en pie de guerra. Jaén porque le han birlado la victoria a unos centímetros de la meta y, además, la victoriosa Córdoba sí que tiene quien le escriba y nosotros no (lo de siempre). Y Linares, que cada mañana se despierta con un cierre sintomático del devenir de su historia, el viernes se acostó con una crueldad suprema, la autoridad con chapa y pistola ejerciendo la justicia a base de sangre, en vez de ley y calabozo. Cuanta más sangre, mejor, cuanta más chulería, más fascismo encubierto... Inaudito es poco, porque pese a ser desconocido, las redes sociales nos revelan algo inhumano.

Que sea un juez quien dictamine, pero chulerías, ningunas con nadie, con menores, mucho menos, la sangre es crueldad, no vacile ni poseimiento ni tampoco Inquisición, por favor; qué pena ver las imágenes que toda España ve, que nadie se esconda, que todos asumamos nuestra parte de responsabilidad. La Policía Nacional, ejemplar y ejemplarizante, no debe quedar empañada, ni puede ni debe permitírsele por endogamia ni por corporatavismo. Esta noche que ha pasado no es fácil para Linares, lleva tiempo sufriendo, lleva décadas viendo morirse a sí misma pero lo del otro día es de una novedad que aunque nos digan que la realidad siempre supera a la ficción, nos quedamos cortos. Ley y orden, orden y ley, también para los policías que empotran la cabeza de los ciudadanos contra la acera. Y se jactan, además, eso no es humanidad, ni nada que tenga que ver con el corazón ni con la condición humana... Cambio de tercio, sin ganas ni esperanza, porque Jaén debe echarse hoy a la calle por su pasado, no por su futuro, el futuro está perdido, quien diga lo contrario se miente a sí mismo, pero que nadie diga que quienes hoy vivíamos en Jaén no salimos un día a decir basta ya de engaños y más engaños. Manifestémonos contra Dios.