Qué tristeza, qué sociedad nuestra
Juventud y suicidio, no hay peor noticia que se pueda dar > Jaén ha asistido a un circo mediático donde se han traspasado las fronteras de la dignidad y de la propia Ley > Calor para las familias de las niñas
Dos criaturas han decidido poner fin a su vida, en su silencio y con un mundo interior desconocido al que ahora asomamos por las redes sociales, convirtiendo a Jaén en un plató televisivo de las peores noticias que se puedan dar. Se mezclan juventud y suicidio, más el misterio propio de no saber el porqué para dos familias completamente destrozadas y una sociedad que asiste compungida y, a la vez jaleosa, a todo el misterio que rodea un caso ya en manos de la Justicia y en el que la Policía lo tiene claro, no ha habido asistencia exterior. Informar de un acontecimiento de este tipo es de obligado cumplimiento de cualquier medio de comunicación; además, no hay otra que hacerlo responsablemente, pero unos cuantos nos preguntamos cómo es posible que la Ley del Menor sea taxativa y, sin embargo, se esté atentando contra la propia decencia. No se puede dar ni un solo dato que identifique a las víctimas, lo dice nuestro ordenamiento jurídico que con los menores es como tiene que ser y, por si faltara algo, en el caso que nos ocupa no hay elementos añadidos que lleven a saltarnos la ética de informar sin tapujos. Es de responsabilidad acogernos a esa cláusula de conciencia, llegado el caso, y visto lo que sucede alrededor, eso es lo que ha hecho este periódico, dar información diaria y puntual sobre la consternación social y los hechos acaecidos, pero sin atentar contra la dignidad de las menores ni crear caldo de cultivo sobre el suicidio. Si por eso hay que pedir perdón, porque el morbo a todos nos puede, lo hacemos convencidos de lo que hay que hacer. Estar con las familias, arropándolas y marcar a la sociedad en general las líneas rojas que no deberíamos traspasar. En este caso ni en la barra de un bar, porque hay que volver tuétano de todo: ¡Dos niñas, Dios santo! Aparte de todo, el nauseabundo mundo de las redes sociales, donde la Justicia sigue sin entrar y que en este acontecimiento tan señalado ha sido capaz de convertir en un circo diario las muertes de dos jóvenes estudiantes de Instituto, con comentarios que no seré yo quien reproduzca pero que provocan vómito.
Ha cumplido 80 años y su torrente de voz sigue intacto, su corazón late como siempre a borbotones de solidaridad y, también, de inocencia y su sonrisa es como la que tenía de niña en Las Protegidas. Maribel Llaudes “Karina” se merece un Bulevar en Jaén, un monumento céntrico, una plaza coqueta, da igual, pero algo. Nunca dejó de ensalzar su tierra, cantarla y quererla y siempre le hemos sido esquivos y a saber por qué real causa. Andalucía ya le dio una de sus medallas este 28F, que pronto Jaén la llame.
La pregunta es clara, si nadie quiere una planta de biogás en su municipio, ¿qué hacemos con el alperujo que producimos? Habría que preguntarse más aún si oteamos el horizonte 2030: ¿Qué hacemos con la multiplicación de desechos de alperujo cuando Europa no deje extraer aceite de oliva del orujo? Jaén se ha levantado contra las plantas de biogás y los alcaldes están reculando cuando ya habían autorizado las fábricas, pero hay que volver al principio: ¿es nuestro el alperujo o de otras provincias?
Fraga Iribarne, ponente Constitución: “La historia no puede, como los ríos, caminar para atrás”.
> ¡Ahora que nadie escucha, hablemos!
Ana Isabel Sánchez de Alcázar, directora Caja Rural: “Hay principios irrenunciables para nosotros, la cercanía y el trato humano”.
> ¡Jaén, la única sin exclusión financiera de toda España!
Fabiola Quesada, veterinaria: “Con Fabiola Jones vais a ver aventura, ciencia, conocimiento y, también, empatía, humanidad y esa conexión entre el ser humano y la naturaleza que a veces se nos olvida”.
> ¡De Úbeda a TVE pasando por África!
> Es el gran tapado de las polémicas plantas de biogás, cuando será la primera que se ponga en marcha en toda la provincia...
> Le daba igual perder la demanda, lo que quería era seguir proporcionando “sopa boba” a sus amiguitos de toda la vida...