¡Qué mala salud de hierro!

Lo que es la vida, lo que es el fútbol. Otra vez se nos dispara la adrenalina y el Real Jaén nos da una alegría entre tanta amargura y desazón. Cuando nadie cree en su viabilidad ni a cortísimo plazo, que en las tertulias deportivas y agoreras hay apuestas sobre en qué jornada dirá el equipo adiós a la temporada y a su propia historia, llegan unos muchachos y lo dan todo y ganan. Y no ganan de casualidad, de chiripa, por un penalti injusto en el último minuto. Y lo hacen merced a un entrenador que parece no haber roto nunca un plato que ha sabido alejarse del ruido mediático y político que hay alrededor del Real Jaén y de su presidente. Bravo por el malagueño Alberto González, en especial, porque cree en el proyecto que tiene entre manos y lo que es más importante, porque con una plantilla de chavales ha ensamblado un grupo. Estos muchachos merecen un reconocimiento entre tanta jauría.

La furia de la jauría por cargarse el Real Jaén no tiene límites, habla incluso de que tienen asegurados dos millones de euros en subvenciones públicas si el club cae en sus manos. También se habla, y no es poco sustancioso, de una operación a cuatro bandas entre otras tantas entidades (privadas y públicas, que se sumarían al carro) para una fusión tan buena en apariencia como inocente en el desarrollo. Les sigo contando cosas que no solo se hablan en la barra de un bar y bajo los efluvios de las comidas y las cenas navideñas: Hay quienes van diciendo que el Real Jaén puede poner y quitar alcaldes, y no es una inocentada, si se hace lo que dicen y, albricias indigestas, dicen tener la operación en marcha, que no solo será deportiva ni política, también partidista, o sea, de partidos y de personas que dejarían de representar a partidos de reciente ebullición para que todas las piezas encajen. Qué cosas, ¿verdad? “Cosas tenedes, Cid, que farán fablar las piedras”, del Cantar de Mío Cid. Hablan los círculos deportivos tabernarios ahogándose en su propio ego y los muchachos de Alberto hablan en el campo y dejan en la cuneta a un Primera División, algo histórico que no pasaba desde hace 40 años. ¡Qué mala salud de hierro la del Real Jaén!