Pagar por que no te ninguneen

Consumado uno de los mayores atentados contra la dignidad de Jaén, los 46 convecinos que ocuparon su tiempo y su dinero en gasóil para protestar contra el olvido de las Administraciones públicas con esta bendita tierra han pagado una multa que de forma aleatoria les puso la Guardia Civil, puesto que allí estuvimos varios miles y cometimos el mismo delito, conducir nuestro coche o nuestra moto hacia Despeñaperros para que toda España nos oyera. Nos pararon donde quisieron porque quisieron, nos trataron como subversivos e incluso, se atrevieron a advertirnos, a los periodistas, de lo que estábamos grabando, de lo que íbamos a escribir... Hay que decirlo sin rodeos, eso no lo hacen en Madrid, tampoco en Sevilla o Málaga y duele escribirlo, tampoco en Cataluña. Hasta para eso es chica Jaén, para que nos pisoteen porque no somos nadie. Rememoremos aquellos hechos de marzo de 2021, una caravana de vehículos de Jaén capital hacia Despeñaperros a la que se sumaron desde otros puntos de la geografía provincial, principalmente de Linares y Villanueva del Arzobispo y masiva presencia de la Guardia Civil, órdenes de la Subdelegación y del Gobierno, que demostraban así en qué trinchera estaban y están, lejos de permitirnos el más mínimo mosqueo por el ninguneo, suena a pareado, pero es de risa, sí, porque luego, los enemigos de Jaén son quienes escriben así de claro y hasta nos señalan con el dedo inquisidor. Volvamos a analizar lo que ocurrió aquella mañana de domingo, coches con banderas y sin banderas, ejemplificando al mundo nuestro hartazgo, verbigracia de la cobra del AVE, mismamente de que somos la única capital que decrece en población. Cierto que sin el éxito de Teruel Existe o Soria Ya la estampida sería menor, pero allí estaba una parte importante de Jaén, con 46 conductores multados para que no cunda el ejemplo de reclamar justicia en inversiones. Nuestros paisanos han pagado por clamar contra el ninguneo, no quemaron ningún coche, no se enfrentaron a Tráfico, ni provocaron altercados; nada de nada de nada, si alguien lo entiende que me lo grite.