La ‘profe’ Lola Gómez, qué buena

Es la simpar Lola Gómez un encanto de mujer, marcada a borbotones de corazón y con una vida inasequible al desaliento, de las que dejan huella en una sociedad por su bonhomía, su entrega y sus ganas perennes de hacer cosas, da igual el día o la semana, mismamente lo mismo le da la hora o si es fin de semana, que lo suyo es una vocación de servicio público de las que ya no quedan. Sus espaldas son bien anchas, tanto como su sonrisa, que refleja una impronta personal innata de enfrentarse a la vida que causa admiración y entrega en quienes le conocemos y en quienes no lo conocen, que en Jaén son poquísimos, también. María Dolores Gómez Jiménez celebra este 2021 sus 31 años al frente de la Asociación Síndrome Down de Jaén, una de los colectivos más dinámicos de la ciudad, por lo tanto, su presidenta, la amiga Lola, se ha convertido por trabajo y dedicación y espíritu de lucha y ganas de hacer la vida mejor para quienes más lo necesitan en una de las activistas más reconocidas de nuestro paisaje y paisanaje. La memoria colectiva de una ciudad vendrá siempre marcada por los grandes cambios de su fisonomía urbana, pero sin la savia de esas buenas gentes que hacen y hacen y nunca se cansan de sembrar con todos los vientos, en todos los surcos, sería irreconocible, hoy y siempre. Entre estas personas que le ponen alma con impronta propia a una ciudad destaca, sobresaliente, María Dolores por todo lo dicho y porque bien está que se le digan las cosas en público a esta gente que no cobra por hacer bien, pero lo sigue haciendo con la ilusión del primer día, que no administra el dinero de todos porque no ejerce la política, pero la clase política debería fijarse en cómo administra lo poco que administra y sus resultados (fantástica sede en el Bulevar, verbigracia). En su haber, el día a día y la vida más placentera y reconocida socialmente a los síndrome Down, nuestro debe debería ser aplaudirla cada vez que la veamos, por ser ejemplo de vida, pese a todos los renglones torcidos que se le presenten. Y porque durante décadas ha enseñado francés a varias generaciones de jiennenses en los institutos de Jaén. La ‘profe’ Lola ha sido siempre mucha ‘profe’ y será mucha Lola toda la vida. Te quiero, amiga, no cambies.