Juan Cárdenas, la vida de un grande

Un infarto ha segado la vida de un albañil de los buenos, un padre ejemplar y un pintor de brocha fina que hizo de su Cristo de la Vera Cruz algo más que su sentido de vida >> Descanse en paz Juan Manuel Cárdenas Gutiérrez, un señor

21 mar 2021 / 16:50 H.

Ha muerto Juan Manuel Cárdenas Gutiérrez, alguien que no aparecerá en las historias del Jaén oficial de las enciclopedias sapientísimas y los libros de historia, pero un señor como la copa de un pino, que nunca olvidaremos los amigos, que fuimos, que somos, legión en Jaén. Nos deja desconsolados, a las puertas de Semana Santa y a su Jueves Santo, prendidos de la cruz de su Cristo del alma y eso que él era, solo, y a mucha honra, albañil, pero albañil de los buenos, albañil con todas las palabras, persona antes que trabajador, ‘manitas’ colosal, tan grande como de grande era su corazón. No puede morir mi amigo Juan porque no muere quien no queremos que muera, pero dejaremos de reírnos con él, de disfrutar con él, de aprender de él... Infinita su sabiduría innata, sus ganas de vivir y su pasión grandiosa por su familia. Querido Juan, ahora que te reencuentras con tu Javi querido, solo puedo decirte lo que siempre te decía cuando nos encontrábamos, que te quiero y te querré siempre, hasta el más allá, porque tuvimos una amistad sana, una amistad larga, una amistad duradera; hasta el pelo se nos hizo nieve a la vez. Te debemos muchas cosas tus amigos, por tu bonhomía y tu permanente disponibilidad, fuese lo que fuese, la hora que fuese. Y es que había un Juan Cárdenas normal que se ganaba la vida de albañil (como tanta buena gente que hace oficio de sus manos) y otro Juan Cárdenas también normal que gastaba fama de padre magnífico (como tanta gente buena que hace de su familia identidad de vida) o un Juan Cárdenas normal aficionado a la caza, que transitaba entre escopetas a la par que disfruta del campo (como tantos y tantos buenos vecinos que heredaron esta tradición de sus padres y abuelos)... Y un Juan Cárdenas, normalito también (qué grande lo de ser normal) que se jactaba de compartir con los amigos amena charla, rica cerveza y buen vino (como tanta buena gente anónima que tiene en la amistad argumento principal de alegría). Y como eras tan puñetero, querido Juan, no acababa aquí la historia de un personaje único en Jaén, porque había otro Juan Manuel Cárdenas Gutiérrez, también normal, que se adentraba perseverante en el mundo cofrade con su Cristo de la Vera Cruz (como esos buenos creyentes que se reencuentran con su paz interior recreándose con una imagen sin más alharacas ni aditamentos que el pellizco del alma). Qué duro es escribirlo para quien les escribe, ha muerto el excepcional (y normal) Juan Cárdenas, quien era capaz de amalgamar la normalidad de vivir a gusto en Jaén como trabajador impenitente, padre comprometido, buen cazador y mejor cofrade también nos enseñó a pintar las lágrimas de Dios, su gran obra... Un beso Mari.

ADIÓS ETERNO

Gente llana y cariñosa, que deja un vacío inmenso en la Jaén que trabaja

DOLOR INFINITO

Ha muerto alguien que trasciende porque deja amigos de por vida

MUY PERSONAL

Óscar Wilde, escritor inglés: “Quererse a uno mismo es el principio de un romance para toda la vida”.
>> ¡Jaén crecerá si se quiere a sí misma!

María Fernanda Valverde, presidenta de la Casa de Jaén en Málaga: “Cuando escucho la palabra Jaén, aprecio la gran riqueza que tiene tan marcada en ese olor a olivo y la enorme belleza que tiene por descubrir”.
>> ¡Qué magnífica descripción!

Apolonio Carabaño, presidente de la Casa de Jaén en Granada: “Me gusta definir nuestra Casa como un faro de cultura porque todo lo que hacemos tiene como fin compartir nuestras raíces, siempre presentes”.
>> ¡Inmensa labor!

ADIVINA...

¿Quién se ha quedado tan prendado de ser el foco de la noticia que se piensa ser cartel electoral para todo?

ADIVINANZA...

Sueña con ser la imagen que brote de las cenizas de su partido, pero tiene tal lastre