Una oportunidad comercial

La galería comercial Jaén Plaza abre hoy al público entre una gran expectación y, aunque quedan muchos detalles por terminar, son muchas las firmas que están preparadas para atender a los potenciales consumidores de dentro y fuera de Jaén. Este gran parque es el resultado de la apuesta firme de un grupo almeriense, Alvores, que tuvo que remar contra viento y marea para hacer realidad un sueño que parecía imposible. Primero hubo obstáculos urbanísticos, después la pandemia del coronavirus y, en la recta final, el incremento de los costes de los materiales por culpa de la guerra de Ucrania. Sin embargo, se mantuvo firme en su propósito para intentar consolidar un modelo comercial que otras experiencias demuestran que puede casar perfectamente con el tradicional y con el que ha llegado para quedarse: las ventas online. Hay que tener en cuenta que la repercusión de esta gran superficie trasciende la capital y, en este sentido, se convertirá en un foco de atracción que, a la postre, tendrá sus efectos colaterales positivos en el resto de establecimientos, incluida la hostelería. Eso sí, las administraciones públicas con competencias en la materia están obligadas a plantear un plan de choque para que los comercios del centro se puedan beneficiar de la repercusión provincial de un proyecto que, por cierto, no está terminado, porque la planta de abajo está pendiente de detalles, pero la de arriba, dedicada a la restauración, está todavía en obras. Los ciudadanos tienen derecho a preguntar por qué se abre la galería comercial cuando queda trabajo por hacer y es normal que exista el género de la duda cuando faltan dos días para las elecciones municipales, donde los representantes políticos se juegan su futuro.