Una jornada para la reflexión

    28 feb 2021 / 16:27 H.
    Ver comentarios

    Las ocho provincias andaluzas están hoy de fiesta. El 28 de febrero es una fecha señalada en el calendario puesto que, aquel día de 1980, fue cuando se celebró el primer referéndum con el propósito de conseguir el Estatuto de Autonomía para Andalucía. Empezó, en ese momento, una nueva etapa en el sur de España, un rincón especial con un peso importante en el organigrama social, económico y político del país. Los andaluces, después de cuarenta y un años, pueden presumir de haber logrado mayores cotas de prosperidad y de bienestar, dentro del proyecto común de la Constitución Española, en armonía con los distintos territorios y bajo la bandera de la solidaridad, el respeto y la cooperación entre autonomías para construir un Estado mejor. La jornada invita a la reflexión, más en un contexto marcado por una grave crisis sanitaria que revolucionó nuestras vidas y marcó un punto de inflexión en el devenir individual y colectivo de todo el mundo. Nada será como antes de que estallara la pandemia y, precisamente, será la experiencia la que haga que el camino que queda por andar sea más o menos abrupto, en función de cómo seamos capaces de afrontarlo. La festividad tiene que servir también para tomar conciencia de la evolución experimentada por los pueblos y ciudades de la provincia. La Andalucía de entonces nada tiene que ver con la de ahora. Si algo conserva es su idiosincrasia, sus tradiciones y un paisaje natural que convierten a la comunicad en un territorio único en el mundo. El esfuerzo conjunto permite a los andaluces alcanzar cotas de desarrollo antes impensables y forjar un mañana con garantías. Hay grandes asignaturas pendientes. Es el momento de arrimar el hombro para aprobarlas.

    Editorial