Una decisión que no convence

Casi la mitad de los españoles —el 47%— estarán, a partir del lunes, en Fase 2. Quedan incluidos los jiennenses, quienes vivieron una situación de incertidumbre hasta el último momento por culpa de la evolución de las últimas estadísticas. El objetivo que busca el Gobierno con el plan de desescalada no es otro que recuperar la actividad ante la expansión del coronavirus. En Andalucía, Málaga y Granada se mantienen en la primera fase, una medida que no convence al Gobierno autonómico que, nada más conocer la noticia, reclamó a Pedro Sánchez unificación de criterios. Hay que tener en cuenta que estos dos territorios tienen mejores datos sobre la incidencia de la covid-19 que otras ciudades de España y, en este sentido, hay serias críticas hacia una decisión que para nada tuvo en cuenta la documentación aportada por la Junta de Andalucía. Lo que queda claro es que el país se encuentra en fase de contención. El anuncio de una quinta prórroga del decreto de estado de alarma, además de permitir el mantenimiento del mando único, ofrece la posibilidad de aislar cada uno de los focos de contagio antes de que rebasen un nivel de afectación muy local. Las autoridades sanitarias dan continuamente explicaciones encaminadas a convencer de que las medidas tomadas hasta ahora son las que corresponden a cada uno de los pasos que ha dado la expansión del virus en España. Quizá frenen su propagación o quizá solo sirvan para amortiguarla y retardarla, pero en cualquier caso se trata de ganar tiempo para estar preparados ante posibles rebrotes de una pandemia que centra todas las gestiones en todas las comunidades autónomas.