Una amenaza para el turismo

    09 jun 2021 / 10:25 H.
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    Hay visos de que el sector hotelero y hostelero podrá hacer su particular “agosto” este verano. Las reservas crecen en la provincia gracias al empuje del turismo de interior y de naturaleza, de moda después del estallido de la pandemia del coronavirus. Nada volverá a ser como antes, al menos de momento, pero hay esperanzas de recuperación y, en este sentido, los jiennenses juegan con ventaja con respecto a otras zonas que son más dependientes de los visitantes extranjeros. Nadie puede discutir la importancia del turismo en la economía nacional que, antes de la crisis sanitaria, llegó a representar el veinte por ciento del Producto Interior Bruto. Todo lo que signifique recortes y reducción se traduce en desempleo, por lo que el hecho de que el Reino Unido no incluya a España en la lista de destinos seguros representa unas pérdidas absolutamente millonarias. Los expertos pronostican que, durante el mes de junio, cada semana dejan de llegar al país 400 millones de euros, una cifra estimable y perjudicial. El problema está, sin lugar a dudas, en la gestión de una pandemia que ofrece una imagen desigual fuera de nuestras fronteras y, a la postre, genera incertidumbre. Las diferencias entre comunidades autónomas son más que evidentes, con regiones que prácticamente dejan de aplicar normas en el sector de la restauración para salvar la economía y lo que hacen es lastrar las posibilidades de recuperación de una cuestión fundamental para el ser humano: la salud. Lo que está en tela de juicio, en este momento, es el modelo. La excesiva dependencia de un turismo de bajo coste de sol y playa es un error que se volverá en contra de quienes, hasta ahora, vivían de él.

    Editorial
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