Un mensaje real en positivo

    27 dic 2025 / 08:55 H.
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    El Rey, un año más, centró la mirada de los españoles con su tradicional Mensaje de Navidad en el que innova tanto en el fondo como en la forma. Felipe VI, de pie y en un escenario inédito, subrayó la importancia de preservar la convivencia democrática a través del diálogo, el respeto y los valores por los que los ciudadanos tanto lucharon durante la Transición, ejercicio colectivo de responsabilidad. Este fue el hilo conductor de una intervención directa al grano y acertada en un momento en el que cobran protagonismo los extremismos y el populismo como una amenaza real de tensión y posible ruptura de un ambiente que costó trabajo y vidas conseguir en las últimas décadas. Los pilares en los que se asienta el Estado son la única salvación a la desconfianza en las instituciones, a la autoestima y a la creencia en nuestras propias posibilidades para superar los obstáculos del camino, una reflexión que se puede extraer de las palabras del monarca, pronunciadas en el mismo Salón de las Columnas en el que, el 12 de junio de 1985, se firmó la adhesión a la entrada de España en la Unión Europea, un hito internacional que supuso modernización, progreso económico y social y consolidación de las libertades democráticas. Felipe VI mostró empatía, en todo momento, con los ciudadanos, a quienes entiende por los problemas que sufren en el día a día, como el aumento del coste de la vida como limitación de sus opciones de progreso o los problemas que afrontan los jóvenes para acceder a una vivienda. Son muchos los desafíos y el mensaje, en positivo, es la voluntad, la visión de país y la perseverancia, además de situarse siempre al lado de quienes sufren, como los Reyes hicieron en la dana.

    Editorial
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